Una reciente publicación en Journal of Turbulence afirma que no hay base física para aplicar teorías de dinámica de fluidos al icónico cuadro de Van Gogh.

Estados Unidos  (Marcrix Noticias).— Durante años, la comunidad científica y artística ha debatido una fascinante idea: que Vincent Van Gogh, sin proponérselo, habría captado los patrones de la turbulencia atmosférica en su célebre pintura La noche estrellada (1889). Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el Journal of Turbulence desacredita esta interpretación.

¿Arte o ciencia mal interpretada?

En 2024, un artículo en Physics of Fluids analizó la luminancia del cuadro aplicando una transformada de Fourier, y concluyó que las espirales del cielo nocturno seguían la ley del −5/3 de Kolmogórov, un principio que describe cómo se transfiere la energía en fluidos turbulentos.

No obstante, los investigadores Mohamed Gad-el-Hak y James J. Riley argumentan que esta lectura es científicamente errónea. “No hay propiedades físicas medibles en una pintura que permitan aplicar esa teoría”, señalan.

Un cuadro no es un flujo

El principal contraargumento se basa en una distinción clave: la luminancia de una imagen pictórica no puede tratarse como una propiedad escalar fluida, como la temperatura o la densidad. Además, La noche estrellada no contiene un campo de flujo real, lo que invalida cualquier intento de análisis físico formal.

Aunque las espirales de Van Gogh pueden evocar visualmente estructuras turbulentas, los científicos enfatizan que la apariencia no equivale a fenómeno físico. La teoría de Kolmogórov, insisten, requiere condiciones como homogeneidad, isotropía y tasas medibles de disipación de energía, elementos ausentes en una obra pictórica.

Arte inspirado, pero no predictivo

Gad-el-Hak sugiere que Van Gogh pudo haber tenido una sensibilidad visual única para representar la naturaleza, lo cual no significa que su obra prediga o modele fenómenos científicos.

“La relación entre arte y ciencia puede ser inspiradora, pero es crucial respetar los límites metodológicos de cada disciplina”, subraya el estudio. Como concluyen los autores, “el campo de flujo atmosférico asumido ni siquiera se acerca a satisfacer las suposiciones requeridas por la teoría”.

Así, mientras La noche estrellada sigue siendo una obra maestra evocadora, su análisis científico debe mantenerse en el terreno de la metáfora, no de la física.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

No puedes copiar el contenido de esta página

error: Gracias por Visitarnos !!