Estados Unidos (Marcrix Noticias)- Donald Trump sorprendió al anunciar este domingo que ha ordenado la reapertura y expansión de la prisión de Alcatraz, como parte de una nueva estrategia para aislar a “los criminales más despiadados y violentos” del país. El anuncio lo hizo en su red Truth Social, donde defendió el regreso a una era de “ley y orden sin contemplaciones”.

Alcatraz, una prisión ubicada en una isla frente a San Francisco, operó entre 1934 y 1963. Se hizo famosa por albergar a figuras como Al Capone, pero fue cerrada por su deterioro y altos costos operativos. Hoy es un parque nacional y sitio turístico administrado por el Servicio de Parques Nacionales.

“Un símbolo de fuerza”

Trump dijo que la idea le vino durante un fin de semana en Florida, tras reflexionar sobre lo que llamó la “frustración con jueces radicales” que exigen el debido proceso a migrantes. Aseguró que Alcatraz debe volver a ser un símbolo de fuerza frente al crimen, y propuso su uso para criminales reincidentes y migrantes peligrosos.

La congresista Nancy Pelosi calificó la idea de “una propuesta no seria”, mientras expertos han advertido que la rehabilitación de la isla podría costar cientos de millones de dólares y enfrentaría múltiples trabas legales y ambientales.

Un plan en línea con propuestas más duras

La medida se suma a otras ideas polémicas impulsadas por Trump, como usar la prisión de Guantánamo para detener hasta 30,000 migrantes considerados peligrosos o trasladar pandilleros a penales de alta seguridad en El Salvador, lo cual analistas consideran legalmente inviable.

Pese a la retórica, la Oficina de Prisiones ha cerrado centros por razones presupuestarias. Actualmente construye uno nuevo en Kentucky y mantiene convenios con el Departamento de Seguridad Nacional para alojar migrantes detenidos.

Un vocero de la Oficina de Prisiones declaró que acatarán cualquier orden presidencial, pero evitó comentar sobre la viabilidad técnica y legal de volver a operar Alcatraz.

El anuncio, más simbólico que concreto hasta ahora, refuerza el tono de mano dura con el que Trump busca posicionarse rumbo a las elecciones de 2024.