Una investigación publicada en Nature Metabolism sugiere que, ante un esfuerzo físico extremo como correr una maratón, el cerebro humano puede utilizar su propia mielina como fuente de energía, en un fenómeno nunca antes observado en humanos.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Científicos españoles han descubierto un mecanismo cerebral inédito en humanos: durante una maratón, el cerebro podría consumir mielina, la sustancia grasa que recubre los axones neuronales, como una fuente de energía de emergencia. El hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista científica Nature Metabolism.
La mielina ha sido tradicionalmente vista como un aislante esencial para la transmisión eficiente de impulsos eléctricos en el sistema nervioso. Sin embargo, el estudio liderado por Pedro Ramos-Cabrer y Alberto Cabrera-Zubizarretarevela que esta estructura podría tener también un rol metabólico crucial en situaciones de alta demanda energética.
Un experimento con maratonistas
La investigación se realizó con 10 corredores (8 hombres y 2 mujeres) a quienes se les aplicaron resonancias magnéticas cerebrales antes y después de correr una maratón. Los resultados mostraron una disminución significativa en la fracción de agua de mielina (MWF), sobre todo en zonas del cerebro relacionadas con funciones motoras, sensoriales y emocionales.
Dos semanas después, los niveles de mielina comenzaron a recuperarse, y a los dos meses se habían normalizado por completo, lo que sugiere un proceso reversible y adaptativo, más que patológico.
Plasticidad metabólica de la mielina
Los autores describen este fenómeno como plasticidad metabólica de la mielina, una estrategia del cerebro para sostener su actividad cuando las reservas de energía escasean. Este comportamiento ya había sido observado en estudios con animales, donde se documentó que ciertas células gliales descomponen lípidos mielínicos en condiciones de estrés.
Implicaciones para la medicina y la evolución
Este descubrimiento podría abrir nuevas vías en la investigación de enfermedades neurodegenerativas, en donde la pérdida de mielina es una característica clave, así como en el estudio del ayuno extremo o el rendimiento deportivo de élite. Además, ofrece pistas sobre cómo el ser humano ha desarrollado mecanismos para sostener demandas físicas y cognitivas extremas a lo largo de su evolución.
Aunque se trata de un estudio piloto, sus resultados representan un avance significativo en el entendimiento de la resiliencia energética del cerebro humano.