El panorama es especialmente crítico para las mujeres periodistas, quienes sufren discriminación adicional que limita sus oportunidades de empleo y participación en el sector. Según el informe, al menos 256 periodistas han sido detenidos arbitrariamente, 130 han reportado torturas o malos tratos y 75 han recibido amenazas directas.
Roza Otunbayeva, jefa de la UNAMA, subrayó que la libertad de prensa no es un lujo, sino una necesidad esencial para cualquier sociedad funcional. «Es urgente que las autoridades talibanes garanticen la seguridad y la libertad de los periodistas, incluyendo la participación de mujeres en los medios», afirmó.
Por su parte, Volker Turk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, calificó los hallazgos como alarmantes e instó a los talibanes a adoptar medidas que aseguren el cumplimiento de las obligaciones internacionales de Afganistán en materia de derechos humanos. «Una prensa libre es fundamental para la transparencia, la justicia y un debate público saludable», enfatizó.
El informe resalta que el periodismo en Afganistán, además de enfrentar las restricciones impuestas por la legislación talibana, opera en condiciones de riesgo extremo. En este contexto, la ONU reitera que la protección de los periodistas es vital para garantizar el acceso a información veraz y promover la seguridad y el bienestar de la sociedad afgana.