Megan King, de 35 años, sobrevivió a una dislocación atlanto-occipital, una lesión casi siempre mortal. Su caso ha sido calificado como una proeza médica y un ejemplo de resiliencia.

Estados Unidos (Marcrix Noticias)-En un caso médico extraordinario ocurrido en Illinois, Estados Unidos, Megan King, una mujer de 35 años, sobrevivió a una decapitación interna, también conocida como dislocación atlanto-occipital, gracias a una compleja cirugía de emergencia en la que los médicos lograron reconectar su cráneo con la columna vertebral.

La historia de Megan comenzó cuando tenía solo 16 años, al sufrir una caída durante una clase de educación física. Ese accidente aparentemente menor le causó lesiones graves en el tobillo, la espalda y los omóplatos. Con el paso del tiempo, su salud se deterioró progresivamente hasta que, tras múltiples operaciones, fue diagnosticada con síndrome de Ehlers-Danlos hipermóvil (hEDS), un trastorno genético que debilita el tejido conectivo y provoca inestabilidad articular.

El momento crítico

A raíz del hEDS, su cuello se dislocó y los médicos le colocaron un halo ortopédico para inmovilizar su cabeza. Sin embargo, durante la retirada del dispositivo, ocurrió lo impensable: su cráneo se separó de su columna, desencadenando una situación con una tasa de mortalidad de casi 90%.

Mi neurocirujano tuvo que sostener mi cráneo con sus manos”, relató King. La llevaron de inmediato a una cirugía de urgencia donde especialistas lograron realizar una fusión craneocervical para salvar su vida.

Vida después de lo imposible

Desde el accidente, Megan ha sido sometida a 37 cirugías. Su columna está ahora completamente fusionada desde el cráneo hasta la pelvis, lo que significa que no puede mover su cabeza ni espalda. A pesar de esta limitación extrema, asegura que sigue disfrutando de la vida:

Literalmente soy una estatua humana… pero eso no significa que haya dejado de vivir”.

Recientemente, incluso sorprendió a sus amigos al lograr un strike en una partida de bolos, símbolo de su tenacidad y deseo de seguir adelante.

Un caso excepcional

Según estudios médicos, las decapitaciones internas son extremadamente raras y ocurren con mayor frecuencia en niños, debido a que sus huesos están aún en formación. En adultos, representan menos del 1% de las lesiones cervicales.

El caso de Megan King no solo representa una proeza médica, sino también un testimonio de fortaleza humana frente a la adversidad. Hoy, continúa aprendiendo a vivir con su nuevo cuerpo, decidida a no permitir que sus limitaciones definan su espíritu.

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