El retiro de satélites militares afectará la detección temprana de tormentas intensas, justo cuando se desarrolla una temporada ciclónica más activa.

 

Estados Unidos (Marcrix Noticias).– A partir del 30 de junio, Estados Unidos dejará de compartir información crucial utilizada en el pronóstico de huracanes con agencias meteorológicas de todo el mundo, incluyendo México, lo que podría dificultar la detección temprana de tormentas con intensificación rápida, justo al inicio de una temporada ciclónica que se prevé más activa de lo habitual.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos utilizó recientemente estos datos para predecir con precisión la trayectoria del huracán ‘Erick’, que golpeó la costa del Pacífico mexicano. 

Sin embargo, las herramientas que hicieron posible ese pronóstico, en especial las del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa, dejarán de estar disponibles al cierre de junio, tras una decisión conjunta de la Marina de EU y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Los satélites militares, en funcionamiento desde 1962, ofrecían una ventaja crítica: podían observar el interior de un ciclón tropical, a diferencia de otros que solo captan la parte superior de las nubes. 

Esta capacidad permitía detectar fenómenos como el reemplazo de la pared del ojo, un proceso en el que el huracán puede debilitarse temporalmente antes de fortalecerse de nuevo.

Alan Gerard, meteorólogo retirado de la NOAA, explicó que estos procesos son clave para anticipar si una tormenta está por intensificarse rápidamente, algo que se vuelve más frecuente debido al cambio climático.

“Es un proceso importante, saber que está ocurriendo. Pone un freno a la intensificación rápida”, advirtió.

Riesgos para México y otros países del Atlántico

La falta de estos datos impactará particularmente a países como México, donde varios huracanes recientes, como ‘Milton’ y ‘John’, han ganado fuerza de manera explosiva horas antes de tocar tierra, generando graves afectaciones.

Sin acceso a la información interna de los ciclones, los meteorólogos podrían tardar más en emitir alertas de intensificación rápida, dificultando la respuesta de autoridades y comunidades costeras.

James Franklin, ex pronosticador del NHC, afirmó que aunque la NOAA afirma contar con otras herramientas de observación, nada reemplaza los sensores militares que serán retirados.

“Será más difícil y llevará más tiempo hacer los pronósticos”, advirtió.

Este cambio llega en un momento crítico, ya que el Atlántico se encuentra al inicio de una temporada de huracanes con alto potencial de afectaciones, y países como México dependen de la cooperación internacional, para reforzar sus sistemas de alerta temprana y protección civil.

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