Teníamos 70 días encerradas con miedo, con terror, hoy es un día que rompimos esa parte, hoy estamos alegres, estamos comiendo como los culichis, hoy volvemos a vivir: ¡Jáleleeee!”, dijo Miguel Taniyama, chef organizador del Jalemos con la banda.
El icónico El Sinaloense, interpretado por más de 200 músicos, al pie de la emblemática catedral de Culiacán, comiendo el tradicional aguachile culichi, fueron los ingredientes perfectos para ganarle por unas horas la batalla a la violencia, al miedo. Una imagen que pasara a la historia, quizá como una de las postales más emblemáticas de un intento ciudadano por lograr la paz.
Estamos muy contentos a pesar de lo que está sucediendo”, dijo Antonio, habitante de Culiacán.
– ¿Perdieron el miedo sólo por hoy?
–Para siempre.
Es un volver a la vida… sufrí hasta ataques de pánico y ansiedad… pero hoy estoy feliz y vuelven a bailar”, expresó Olga, habitante de Sinaloa.
Jalemos con la Banda inicialmente tenía el objetivo de recaudar fondos para los músicos y meseros que han visto mermados sus bolsillos por el cierre de establecimientos y la merma de la vida social en Culiacán… Para eso se preparó una tonelada de aguachile… Y consiguieron prestado un escenario, bocinas y se sumaron empresarios, restauranteros, todo un sector en crisis por la violencia… Pero la calle la tomó la sociedad civil y, cómo no, esa plaza se convirtió en un oasis en medio de la violencia.
La convocatoria se desbordó, escuche a muchos que nunca habíamos tenido un evento como éste, pero tampoco habíamos vivido algo como esto. Este es el día cero para recuperar las calles, para evitar que se pierda esta movilidad”, expresó Antonio Álvarez, presidente de la Canacintra en Sinaloa.
La música no paró desde las 9 de la mañana. La avenida Álvaro Obregón, una de las arterias más importantes de la ciudad, se convirtió en una gran peña para los músicos de todos los géneros, que no pararon de un sólo momento de tocar.