El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, pidió la deportación “inmediata” de Elon Musk, acusándolo de ser un inmigrante ilegal.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Steve Bannon, influyente figura del ala ultraconservadora y exasesor de Donald Trump, solicitó públicamente que se investigue el estatus migratorio de Elon Musk, asegurando que el empresario es un inmigrante ilegal y debería ser deportado de inmediato. Las declaraciones fueron recogidas por The New York Times y han generado un nuevo foco de tensión política en EE.UU.
“Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque creo firmemente que es un inmigrante ilegal y debería ser deportado del país de inmediato”, dijo Bannon.
Musk, nacido en Sudáfrica, respondió desde su cuenta de X (antes Twitter) calificando a Bannon como “el máximo retrasado mental”, subiendo el tono del enfrentamiento.
De la alianza al enfrentamiento
Hasta hace poco, Musk y Trump mantenían una relación fluida. Sin embargo, la ruptura se precipitó tras las duras críticas del CEO de Tesla y SpaceX al nuevo plan fiscal impulsado por Trump, al que llamó una “abominación repugnante”. En respuesta, Trump expresó su “decepción” en una conferencia de prensa junto al canciller alemán Friedrich Merz.
Musk afirmó que desconocía el contenido del plan mientras presidía el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cargo que renunció el 30 de mayo, denunciando que la iniciativa fue aprobada “sin revisión del Congreso”.
Amenazas y divisiones internas
La disputa no terminó ahí. Trump amenazó con cancelar los contratos gubernamentales con SpaceX, a lo que Musk contestó anunciando el desmantelamiento de la nave Dragon, utilizada en misiones hacia la Estación Espacial Internacional.
En un giro aún más provocador, Musk insinuó la posibilidad de formar un nuevo partido político, promoviendo una encuesta en X que recibió un amplio respaldo de sus seguidores.
La pelea pública entre Musk y Trump —dos figuras clave del espectro conservador— evidencia una fractura interna en la derecha estadounidense. Lo que inició como una diferencia de visión fiscal, ha escalado hasta convertirse en una batalla por liderazgo, poder e influencia política.