Yucatán se coloca entre los siete estados con más casos de Covid-19 en México durante 2025, mientras que Campeche y Quintana Roo reportan cifras mínimas.

Yucatán, (Marcrix Noticias) — El estado de Yucatán enfrenta un repunte sostenido en los contagios por Covid-19, ubicándose en el séptimo lugar nacional en morbilidad, según el informe epidemiológico federal. Durante la semana 25 (corte al 23 de junio), se detectaron 32 nuevos casos, equivalente a un contagio cada cinco horas.

El informe “Situación epidemiológica de Covid-19, influenza y otros virus respiratorios en México” detalla que Yucatán acumula 154 casos en lo que va del año, es decir, el 3.1% del total nacional. La entidad ha escalado rápidamente en el ranking: del lugar 25 en mayo, al 7 en junio, superando a estados más poblados como Aguascalientes.

En contraste, Campeche y Quintana Roo mantienen cifras bajas, con 24 y 30 casos respectivamente y sin defunciones registradas por la enfermedad en 2025.

Aunque la mayoría de los contagios ocurre entre personas mayores de 85 años, la media nacional de edad se sitúa en 40 años, y el 60.2% de los casos corresponde a mujeres. Las autoridades sanitarias reiteran la necesidad de mantener medidas de prevención, uso de cubrebocas en espacios cerrados, y acudir a servicios médicos ante síntomas respiratorios.

Por otro lado, la actividad pesquera en Yucatán también enfrenta complicaciones ante el riesgo de recale masivo de sargazo, lo que podría perjudicar las próximas temporadas de langosta (julio) y pulpo (agosto).

“Si llega mucho sargazo como en Quintana Roo, nos puede afectar bastante en la pesquería de langosta y pulpo”, advirtió Enrique Sánchez, delegado de la Canainpesca.

Explicó que el sargazo genera descomposición y reduce el oxígeno en el agua, impactando el ecosistema marino. Aunque hasta ahora no ha ingresado en grandes cantidades a la costa yucateca, se mantiene la alerta por la incertidumbre de su comportamiento. Se estima que este año se duplique el volumen registrado en 2018, cuando arribaron más de 500 mil toneladas.

Además, la pesquería de escama —como mero, huachinango y canané— se reporta con baja captura, atribuido al cambio climático y a las alteraciones del clima.

“Este año está muy lento. Las lluvias comenzaron tarde y eso ha retrasado la actividad pesquera en la costa”, señaló Sánchez.

A esto se suman problemas logísticos como retrasos en los permisos de embarcaciones y frentes fríos extemporáneos. A pesar de ello, los barcos de altura han logrado mantener una producción aceptable, entre 1,800 y 3,500 kilos por embarcación, con precios favorables frente al año anterior.

El panorama general en la península de Yucatán obliga a reforzar la vigilancia epidemiológica y ambiental, así como a implementar estrategias de apoyo al sector pesquero que ya enfrenta múltiples retos. La prevención continúa siendo la herramienta clave tanto en salud pública como en la protección de los ecosistemas.

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