México (Marcrix Noticias)-Cada mayo, millones de familias en el mundo celebran a sus madres, aunque no siempre en el mismo día ni bajo las mismas tradiciones. Las raíces de esta conmemoración se remontan a civilizaciones antiguas como Grecia y Roma, donde se rendía culto a figuras femeninas vinculadas con la fertilidad, como Rea y Cibeles.

En tiempos modernos, el impulso de Anna Jarvis en Estados Unidos marcó un antes y un después. Tras la muerte de su madre en 1905, Jarvis promovió la creación de un día nacional para honrar a las madres, logrando que en 1914 el presidente Woodrow Wilson proclamara el segundo domingo de mayo como el Día de las Madres, fecha que hoy celebran muchos países.

¿Por qué México lo celebra el 10 de mayo?
México adoptó esta tradición en 1922, pero con un giro propio: el entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, junto con el periódico Excélsior, impulsaron la celebración el 10 de mayo, una fecha fija que buscaba resaltar el rol de la madre en la familia y promover valores como la unidad y el respeto. Además, elegir ese día tenía una razón práctica: muchas familias recibían su salario el día 10, lo que facilitaba la compra de flores, regalos o la organización de actividades.

Mientras en Estados Unidos el Día de las Madres será el 11 de mayo en 2025 (segundo domingo de mayo), otros países lo celebran en fechas distintas: Argentina lo hace el tercer domingo de octubre, España el primer domingo de mayo, y Bolivia el 27 de mayo en honor a las heroínas de la Coronilla.

La figura de la madre mexicana, entre tradición y cambio
La madre mexicana ha sido históricamente vista como el pilar del hogar, símbolo de entrega y amor incondicional. Sin embargo, en los últimos años, muchas mujeres replantean su papel, buscando un equilibrio entre maternidad, desarrollo profesional y autonomía personal.

Más allá del significado emocional, el Día de las Madres tiene también un fuerte impacto económico. Según datos de Concanaco, esta celebración genera un aumento importante en ventas en restaurantes, florerías y tiendas en todo el país.

A pesar del evidente componente comercial, el trasfondo profundo sigue siendo el mismo: un reconocimiento sincero y sentido al amor y la dedicación de las madres mexicanas.