zonas militarizadas a lo largo de la frontera suroeste con México

Dos nuevas Áreas de Defensa Nacional permitirán al Ejército detener migrantes sin documentos

El Departamento de Defensa de Estados Unidos evalúa la creación de dos nuevas zonas militarizadas a lo largo de la frontera suroeste con México, lo que elevaría a cuatro el número de Áreas de Defensa Nacional (NDA, por sus siglas en inglés) donde el personal militar está autorizado a detener temporalmente a personas migrantes sin documentos.

Una fuente del Pentágono confirmó este jueves a la agencia EFE que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó a las Fuerzas Aéreas ya la Marina implementar las medidas necesarias para ampliar la presencia militar en esa región. La medida, aseguran, busca reforzar la vigilancia y control en puntos clave de cruce irregular.

Según un comunicado difundido el miércoles, las Fuerzas Aéreas estarán a carga de una nueva NDA de aproximadamente 400 kilómetros que se extenderá por los condados de Cameron e Hidalgo, en Texas, a lo largo del Río Grande. Esta zona operará bajo la supervisión de la Base Conjunta de San Antonio y contempla la instalación de barreras temporales, señalización y puestos de patrullaje.

Las autoridades militares indicaron que sus responsabilidades incluirán la vigilancia fija y móvil, así como la detención temporal de personas que crucen ilegalmente hasta que sean entregadas a las autoridades civiles correspondientes. Una segunda NDA, reveló la cadena ABC News, se ubicará en el oeste de Arizona.

Las dos primeras zonas fueron establecidas previamente este año: la primera el 21 de abril en Nuevo México, con una extensión de 112 kilómetros, y la segunda el 1 de mayo entre El Paso y Fort Hancock, en el oeste de Texas, con una longitud de 101 kilómetros.

En estas zonas militarizadas, las personas migrantes pueden enfrentar cargos no solo por ingreso irregular a Estados Unidos, sino también por allanamiento a propiedad militar, lo que eleva el riesgo legal de cruzar por estas rutas.

Cabe recordar que el presidente Donald Trump autorizó el pasado 11 de abril al Ejército a tomar control de terrenos federales en la frontera como parte de su política migratoria.

Esta decisión ha derivado en una mayor participación del Pentágono en funciones habitualmente asignadas a agencias civiles de migración.

Un caso emblemático ocurrió el 5 de junio, cuando un jurado federal absolvió a una joven peruana acusada de allanar una zona militar en Texas tras cruzar desde México.

Sus abogados señalan que fue el primer juicio de este tipo desde que algunas zonas fronterizas fueron declaradas áreas militares.

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