La Organización Mundial de la Salud actualizó su postura sobre el origen del virus con un informe que respalda el salto zoonótico como la hipótesis más sólida, aunque sin cerrar la puerta a otras posibilidades
El origen de la pandemia que transformó al mundo continúa envuelto en incertidumbre. Este 27 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su Grupo Asesor Científico sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO), publicó un nuevo informe donde se mantiene abierta la investigación sobre el surgimiento del COVID-19.
Aunque el documento reafirma que el salto zoonótico —el paso del virus de un animal a un ser humano— es la hipótesis con mayor respaldo científico, la OMS no descarta otras líneas de investigación, como un posible accidente de laboratorio. La falta de datos clave, especialmente sobre los primeros contagios registrados en Wuhan, China, impide alcanzar conclusiones definitivas.
El informe revisa toda la evidencia acumulada desde el inicio de la pandemia en 2020, incorporando datos genómicos, epidemiológicos y ambientales para actualizar la posición oficial del organismo internacional.
Entre las principales conclusiones se destacan:
El salto zoonótico continúa siendo la hipótesis más sólida con base en la evidencia disponible.
No hay pruebas concluyentes que descarten por completo la hipótesis de un accidente de laboratorio.
Persisten lagunas de información sobre los primeros casos humanos.
El acceso limitado a información por parte de las autoridades chinas sigue siendo un obstáculo para una investigación completa y transparente.
La OMS subraya que el proceso de búsqueda del origen del virus sigue en curso y requiere cooperación internacional, libre de presiones políticas. El caso, por ahora, permanece abierto.