Tenía 91 años de edad y falleció en su residencia de Mónaco, informó una de sus hijas
Bogotá (Marcrix Noticias).— El artista colombiano Fernando Botero, el pintor más conocido a escala mundial del país sudamericano, murió este viernes en su domicilio de Mónaco.
“Murió tranquilamente, en paz. Estábamos con él agarrados de la mano, dio su último suspiro y se fue en paz”, narró Lina Botero Zea, una de las hijas del pintor.
“Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz”, escribió el presidente de Colombia, Gustavo Petro en redes sociales.

Fernando Botero Angulo nació el 19 de abril de 1932 en Medellín y es reconocido por su estilo en la exageración de las formas y figuras voluptuosas.
El artista retrataba en sus pinturas algunos rasgos distintivos de la vida latinoamericana, de acuerdo con Infobae.
Son famosos sus cuadros sobre “La muerte de Pablo Escobar”, el narcotraficante colombiano más famoso, “La muerte de Luis Carlos Galán”, así como su serie Abu Ghraib, sobre las torturas a reclusos de la prisión en Irak.
¿Gordos en sus pinturas?
“Nadie me cree, pero es cierto (…) No he pintado una gorda en mi vida”, afirmó Botero. “Me interesa el volumen, la sensualidad de la forma. Si pinto una mujer, un hombre, un perro o un caballo, lo hago con volumen. No es que yo tenga una obsesión con las mujeres gordas”, explicó el artista, según el portal Infobae.
Su obra se caracterizó por las figuras rollizas de toreros, prostitutas, caudillos y otros personajes que evocaban a Medellín.
“Pinté a Colombia toda mi vida”, dijo el artista. “Los aspectos amables que conocí en la infancia y adolescencia”.
Hijo de un vendedor ambulante y una costurera, Botero quiso ser torero, pero decidió dedicarse a la pintura. A los 14 años vendió su primera acuarela.
Después de trabajar como ilustrador en un diario local se mudó a Bogotá. Y cuando vendió suficientes cuadros para pagarse el pasaje viajó a Europa a estudiar la obra de artistas como Francisco de Goya, Diego Velázquez y Pablo Picasso.
En Madrid vendió dibujos en la puerta del Museo del Prado y más adelante pasó tiempo en Nueva York y Ciudad de México.
Su estilo figurativo iba a contramano del pop y del abstracto dominantes en la década de 1960, por lo que Botero tardó en ser apreciado.
