Un estudio liderado por la NASA y publicado en The Astrophysical Journal Letters revela la presencia de cuerpos con entre 0.5 y 3 veces la masa de Júpiter, lo que podría redefinir los límites entre estrellas, enanas marrones y planetas errantes.
Washington, (Marcrix Noticias)-El telescopio espacial James Webb ha realizado una de sus observaciones más intrigantes hasta la fecha al detectar un conjunto de objetos celestes de masa planetaria flotando libremente en la Nebulosa de la Flama, ubicada a 1,400 años luz de la Tierra en la constelación de Orión.
Los hallazgos, publicados en la revista The Astrophysical Journal Letters y respaldados por la NASA, sugieren la existencia de cuerpos con masas entre 0.5 y 3 veces la de Júpiter, sin que se haya encontrado ninguno menor a ese umbral. Este descubrimiento podría replantear las fronteras entre planetas, enanas marrones y estrellas.
“Realmente no encontramos ningún objeto por debajo de dos o tres masas de Júpiter, y deberíamos verlos si estuvieran ahí”, explicó Matthew De Furio, autor principal del estudio.
Webb supera al Hubble: la era infrarroja revela lo oculto
Durante años, el telescopio Hubble observó la Nebulosa de la Flama, pero sus capacidades eran limitadas ante el denso polvo interestelar. El James Webb, equipado con visión infrarroja, ha penetrado esas nubes y permitido detectar por primera vez cuerpos celestes extremadamente tenues.
“Es un salto cuántico en nuestra capacidad de entender estos objetos”, afirmó Massimo Robberto, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial.
Entre planetas y estrellas: ¿una nueva clase de objetos?
El estudio observó una gran cantidad de enanas marrones por encima de 10 masas de Júpiter, pero una disminución repentina por debajo de 3 masas, lo que sugiere que los objetos más pequeños no se forman del colapso de nubes de gas, como las estrellas, sino que podrían ser planetas errantes expulsados de sistemas estelares.
“Nuestros resultados identifican el límite teórico de fragmentación turbulenta en torno a 3 masas de Júpiter”, añadió De Furio.
El equipo ahora se centrará en análisis espectroscópicos con Webb para examinar las atmósferas y composiciones químicas de estos cuerpos y determinar si se trata de una nueva categoría de objetos astronómicos.
“Esa es nuestra tarea en los próximos años: averiguar cuál es cuál y por qué”, concluyó el científico.