Fotos revelan las condiciones precarias en las que vivía  ‘El Wero’, acusado del asesinato de doña Candy y linchado por habitantes de Tekit, Yucatán.

 

Yucatán (Marcrix, Noticias).- En redes sociales se difundieron imágenes que muestran el lugar donde vivía Ismael Alejandro Abam Canché, alias ‘El Wero’, joven de 22 años señalado por el asesinato de doña María ‘Candy’, de 69 años, en Tekit, Yucatán. 

Su vivienda reflejaba un entorno de abandono, suciedad y precariedad, con paredes deterioradas y un altar a la Santa Muerte.

Conocido en la zona por su historial delictivo y problemas de adicción, ‘El Wero’ fue linchado y quemado por habitantes del municipio tras cometer el crimen. Este hecho ha conmocionado a Yucatán y ha desatado un debate sobre la seguridad y el consumo de drogas en la región.

Un ataque brutal desató la ira en Tekit

El lunes por la noche, ‘El Wero’ atacó con un machete a doña Candy cuando ella se encontraba sentada en la puerta de su casa. Vecinos que presenciaron el ataque intentaron ayudar a la mujer, pero las heridas fueron mortales. 

Enfurecidos, los habitantes del pueblo lo capturaron, lo golpearon y finalmente lo quemaron vivo.

A pesar de la presencia de elementos de la Policía Municipal, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Guardia Nacional, las autoridades no lograron contener a la multitud.

Acusaciones contra vendedores de drogas

Leticia Canché, madre de ‘El Wero’, rompió el silencio tras la muerte de su hijo y aseguró que los responsables de lincharlo eran los mismos que le vendían droga.

Además, indicó que cuando los pobladores llegaron a su casa exigiendo que lo entregara, él mismo decidió bajar y enfrentarse a la multitud, sin imaginar lo que le esperaba.

Debido a estas acusaciones, la SSP Yucatán anunció que se realizarán investigaciones y operativos en la zona para identificar a posibles vendedores de drogas.

Los antecedentes de ‘El Wero’

El historial de Ismael Alejandro Abam Canché incluía un crimen previo en el año 2022, cuando asesinó a un hombre en un anexo de Kanasín, clavándole un pico en la cabeza mientras dormía.

En aquel entonces, fue declarado inimputable por su estado de intoxicación y no enfrentó consecuencias legales ni psiquiátricas. Este hecho alimentó la indignación de los habitantes de Tekit, quienes temían que nuevamente quedara impune.

Con información de medios.

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