Trabajadores acusan sobrecarga, bajos salarios y presiones en distintas oficinas del país, mientras la institución niega represalias y asegura mantener el diálogo abierto.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- Trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) denunciaron haber recibido amenazas de despido por participar en las protestas que exigen mejores condiciones laborales, aumento salarial y el respeto a sus derechos básicos.
En San Luis Potosí, empleados de confianza señalaron que fueron advertidos de que podrían perder su empleo si se unían a las movilizaciones o realizaban paros laborales.
La medida, aseguran, forma parte de un ambiente de presión y hostigamiento que se ha intensificado en los últimos meses ante las exigencias de mayor productividad y recaudación.
Uno de los trabajadores relató que muchos empleados laboran hasta 12 horas diarias y que la mayoría de los inconformes no gana más de 10 mil pesos mensuales. Además, explicó que este año se les retiró el retroactivo salarial que solían recibir en septiembre u octubre, calculado conforme a la inflación, debido a la política de austeridad republicana.
“El error humano no se tiene contemplado, quieren excelencia. En menos de un año han cesado a cuatro trabajadores con más de diez años en la institución por errores mínimos, lo que genera incertidumbre y miedo”, expresó uno de los afectados en entrevista con Animal Político.
La mayoría de los inconformes pertenece al personal de enlace y operativo encargado de auditorías, devoluciones, notificaciones y verificaciones fiscales. Según explican, la presión que antes era únicamente fiscal “ahora también es humana”.
En San Luis Potosí, los empleados fueron advertidos de que cuidaran su empleo y evitaran sumarse a las protestas, pues quienes participaran serían anotados en listas internas y podrían enfrentar consecuencias laborales.
Los trabajadores que sí participaron en las manifestaciones, bajo la modalidad de “brazos caídos” y vistiendo de negro o rojo, aseguran que personal externo acudió para tomar nota de los participantes, lo que ha incrementado el temor a represalias.
Algunos empleados mencionaron que las condiciones laborales afectan su salud, pues muchos sufren estrés crónico, ansiedad e hipertensión, e incluso quienes padecen diabetes han visto agravarse sus síntomas debido al ritmo de trabajo y la falta de descanso.
Los trabajadores denunciaron además una marcada diferencia entre el personal sindicalizado y de confianza. Mientras los primeros tienen horarios fijos, bonos y descansos especiales, los segundos enfrentan sueldos bajos, jornadas extendidas y falta de prestaciones.
Desde 2018, con la llegada de la actual administración federal, los empleados de confianza perdieron seguros médicos, bonos de fin de año y el seguro de separación individualizado, lo que ha reducido significativamente su ingreso real. Actualmente, una parte de su salario se paga como “compensación”, lo que afecta sus cotizaciones ante el ISSSTE.
También acusan que el aumento salarial del 12 % al salario mínimo de 2025 no ha sido aplicado, lo que ha provocado un rezago en sus percepciones. Además, reportan falta de materiales básicos, ausencia de pago por horas extra, restricciones en vacaciones y falta de apoyo a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Ante las denuncias, el SAT negó haber amenazado a su personal y aseguró que mantiene abiertos los canales de diálogo y cooperación con los trabajadores.
El paro nacional realizado los días 14 y 15 de octubre afectó parcialmente las operaciones en al menos siete oficinas, entre ellas las de Chihuahua, Celaya, Guadalajara Sur, Zapopan y dos módulos en la Ciudad de México. No obstante, el órgano recaudador reportó atención normal en la mayoría de sus unidades.
Los trabajadores, por su parte, sostienen que continuarán exigiendo un trato digno y condiciones equitativas entre el personal de base y el de confianza, pese a las amenazas que aseguran haber recibido.
Con información de Animal Político.