El caso de Dhilan Randhal Mercado González salió en “Mujer Casos de la Vida Real”, en un capítulo titulado “El niño del contenedor”.
México (Marcrix Noticias)-La noche del 4 de enero de 2025, en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, fueron detenidos Francisco Javier “N” y Liliana Lucero “N”, acusados del asesinato del menor Dhilan Randhal Mercado González en 1999. Este caso, conocido como el del “Niño del Contenedor”, estremeció a la sociedad mexicana por su brutalidad y se convirtió en uno de los episodios más impactantes del programa “Mujer Casos de la Vida Real”.
El crimen ocurrió el 12 de noviembre de 1999 en Aguascalientes, cuando Francisco Javier, novio de Liliana y padrastro del niño, golpeó al pequeño de cuatro años hasta provocarle la muerte. Según la necropsia, el menor falleció por traumatismos craneoencefálico, raquimedular y el estallamiento de la vejiga. Tras el homicidio, el cuerpo fue envuelto en cobijas, colocado en una caja de cartón y abandonado en un contenedor de basura.
Un pepenador encontró el cadáver y alertó a las autoridades, dando inicio a una investigación que se estancó al no poder identificar ni al menor ni a los responsables. La sociedad aguascalentense quedó consternada, y algunos ciudadanos incluso solicitaron que el niño tuviera una sepultura digna en lugar de ser enviado a una fosa común.
El caso cobró notoriedad nacional cuando el programa de Televisa “Mujer Casos de la Vida Real” emitió un capítulo titulado “El niño del contenedor”, en el que recrearon los hechos y mostraron un retrato del menor. Gracias a esta emisión, se generaron nuevas pistas que ayudaron a identificar a los responsables.
Tras el crimen, Francisco Javier y Liliana huyeron a distintas ciudades, incluyendo León, Guanajuato, Oaxaca y Palenque, Chiapas, antes de establecerse finalmente en Chetumal en 2002. Durante su vida como prófugos, mantuvieron un bajo perfil; Francisco trabajaba como fotógrafo de fiestas, mientras que Liliana vendía flores en las calles.
Según testigos, Liliana solía fingir estar embarazada, una táctica para generar empatía y aumentar sus ventas. A pesar de ser reconocidos por algunos habitantes, nunca fueron vinculados al crimen hasta que un testimonio clave permitió a las autoridades dar con su paradero.
El caso del “Niño del Contenedor” no solo marcó un precedente en la justicia mexicana, sino que también evidenció el poder de la sociedad y los medios para contribuir en la resolución de crímenes. Con su detención, se cierra un capítulo de horror que durante más de dos décadas exigió justicia para Dhilan Randhal Mercado González.