El robo y venta ilegal de combustible ha incrementado alarmantemente con cerca de 200 puntos ilegales solo en el tramo México-Querétaro.
México (Marcrix Noticias)-La venta ilegal de combustible, también conocida como huachicol, continúa extendiéndose en las principales autopistas de México, y pese a los esfuerzos de las autoridades, sigue siendo un problema grave en diversas regiones del país. Un caso alarmante se encuentra en la carretera México-Querétaro, donde en un tramo de tan sólo 4 kilómetros, se han identificado más de 40 puntos de venta clandestina de gasolina y diésel, poniendo en evidencia la magnitud del problema.
En estos puntos ilegales, el litro de gasolina se ofrece hasta en 14 pesos, lo que representa un ahorro significativo frente al precio promedio de 24 pesos por litro en gasolineras legales. El diésel, por su parte, se vende a 16 pesos, mientras que su precio oficial ronda los 26 pesos. A pesar de la tentadora diferencia de precios, la venta clandestina trae consigo graves riesgos, como la falta de calidad en el combustible y el aumento de accidentes por instalaciones de venta no reguladas.
El crecimiento de estos puntos de venta ilegales ha sido exponencial. En 2023, se identificaron cerca de 200 puntos a lo largo del tramo que va de Tepeji, Hidalgo, a San Juan del Río, Querétaro. Este aumento es especialmente alarmante, considerando que hace solo dos años el número de puntos ilegales se limitaba a 64. Aunque la Guardia Nacional realiza patrullajes constantes en la zona, la lucha contra este fenómeno sigue siendo insuficiente.
Uno de los lugares más críticos es el tramo entre los poblados de Celayita y El Gavillero de la Trinidad, en los límites de Querétaro, Hidalgo y el Estado de México, donde se concentran al menos 40 puntos ilegales, a pesar de contar solo con dos gasolineras legales. Estos puntos suelen disfrazarse como vulcanizadoras o tiendas, y son operados por células criminales que luchan por el control de al menos siete poliductos de Pemex que atraviesan los estados de Guanajuato y Querétaro, lo que ha llevado a un aumento de perforaciones ilegales a la red de distribución de combustible.
El problema del huachicol no se limita a Querétaro, también afecta a Nuevo León, donde la venta ilegal de combustible es común en vías transitadas como el Libramiento Noroeste, la Carretera a Colombia y la Carretera Federal 57. En 2024, los piquetes a ductos aumentaron un 64%, afectando a municipios como Cadereyta, Santa Catarina y García.
Según un transportista de la región, los puntos de venta son fácilmente identificables: “Ponen lámparas con estrobos o luz blanca. Todos en las carreteras saben dónde se vende o donde se compra. Pero si tú no sabes, es simple: donde veas la luz blanca parpadeando, ahí es”. Además, en varias zonas urbanas de Monterrey y sus alrededores, la venta a pequeña escala, conocida como huachicol ‘hormiga’, está ganando terreno.
El huachicol sigue siendo un problema de gran magnitud en México, y su control requiere un esfuerzo conjunto entre las autoridades federales, estatales y municipales para frenar su crecimiento y evitar que continúe afectando la economía, la seguridad y el bienestar de la población.