El INAH confirmó la alineación solar maya en esta zona arqueológica de Yucatán no vista en cinco siglos; es un marcador solar clave para el calendario y ciclos agrícolas.

Yucatán (Marcrix Noticias)-Por primera vez en más de 500 años, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)confirmaron la observación de un fenómeno arqueoastronómico-calendárico en la zona arqueológica de Chel, ubicada en la comisaría de San Antonio Chel, Hunucmá, Yucatán.

Este evento, registrado en el denominado “Grupo E”, se encuentra vinculado con la fecha 4 de marzo, un día clave en el calendario maya y en sus ciclos agrícolas.

Una conexión entre el Sol, Venus y la agricultura

El investigador del Centro INAH Yucatán, Orlando Casares Contreras, explicó que los sacerdotes astrónomos mayas utilizaban estos alineamientos para sincronizar los movimientos del Sol y Venus con los tiempos de siembra y cosecha.

“A diferencia de los equinoccios, en los cuales el Sol se alinea con el ecuador celeste, la fecha del 4 de marzo tiene una función específica dentro del calendario maya. El Sol se filtra a través de una parte exacta del edificio principal del Grupo E, confirmando su alineación con esta fecha”, detalló Casares Contreras.

Este fenómeno permitía a los mayas calcular intervalos de 73 días, fundamentales para la organización de su calendario Haab y la observación del ciclo sinódico de Venus.

Chel, un nuevo punto clave en la arqueoastronomía maya

El Grupo E de Chel se une a un selecto grupo de estructuras prehispánicas con alineaciones solares precisas, junto con los sitios de Uaxactún (Guatemala) y Cenote (Belice).

La distribución de estas edificaciones confirma la teoría de que la astronomía era una herramienta fundamental en la vida cotidiana de los mayas, sobre todo en la planificación agrícola.

Un hallazgo que fortalece el legado astronómico de los mayas

Este descubrimiento destaca la sofisticada comprensión del cosmos que tenían los mayas, quienes adaptaron su calendario al movimiento del Sol y de Venus para determinar con precisión los tiempos de cultivo.

“El hallazgo revalida la relevancia de los sitios arqueológicos mayas como fuentes de información sobre las complejas interacciones entre astronomía, religión y agricultura, destacando a Hunucmá como un punto clave en el estudio de estos conocimientos ancestrales”, concluyó Casares Contreras.

Este nuevo hallazgo sigue fortaleciendo el conocimiento sobre la cultura maya, cuya sabiduría astronómica sigue vigente en la comprensión de los ciclos naturales y su impacto en la vida cotidiana.

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