El gobierno norcoreano ha iniciado una investigación oficial tras el fallido lanzamiento de su segundo destructor militar. Imágenes satelitales contradicen la versión oficial que minimiza los daños.

Pyongyang. (Marcrix Noticias) — Corea del Norte ha iniciado una investigación formal para determinar responsabilidades por el fallido lanzamiento de su segundo destructor naval, según reportó este fin de semana la agencia oficial KCNA. El incidente, ocurrido durante una ceremonia en el puerto nororiental de Chongjin, provocó la furia del líder Kim Jong Un, quien calificó la situación como resultado de una “negligencia grave”.

El Comité Militar Central del país describió el accidente como un “acto criminal imperdonable” y advirtió que los responsables enfrentarán sanciones ejemplares. Aunque la versión oficial sostiene que el buque sufrió apenas “arañazos en el casco de estribor” y entrada de agua en la popa, imágenes satelitales obtenidas por analistas independientes muestran la nave ladeada, parcialmente sumergida y cubierta con lonas azules.

Según la explicación estatal, el accidente se debió a que una cuna de transporte ubicada en la parte trasera se soltó antes de tiempo, provocando que el navío cayera al agua de manera descontrolada. El régimen estima que los daños podrán repararse en un plazo de diez días.

Pero expertos internacionales cuestionan la versión oficial. Lee Illwoo, analista de la Red de Defensa de Corea del Sur, considera que los daños incluyen agujeros en el casco e inundación de la sala de máquinas, lo cual podría implicar reparaciones de más de un año.

Además, Moon Keun-sik, académico de la Universidad Hanyang, señala que la falta de experiencia norcoreana con embarcaciones de ese tamaño —y el intento de usar un método de lanzamiento lateral propio de barcos de carga— contribuyeron al colapso de la maniobra.

Este nuevo destructor es parte de la estrategia de modernización naval de Kim Jong Un, anunciada como respuesta directa a las amenazas percibidas de Estados Unidos. El primer destructor de esta clase fue lanzado el mes pasado, con gran fanfarria mediática.

Tras el percance, Kim ordenó que la reparación del buque se concluya antes de una reunión clave del Partido de los Trabajadores a celebrarse a finales de junio. Además, se informó que Hong Kil Ho, director del astillero de Chongjin, fue convocado para ser interrogado por fiscales del régimen.

Analistas como Kim Dong-yub y Lee Choon Geun advierten que el enfoque punitivo del gobierno podría intimidar a técnicos e ingenieros, imponiendo decisiones políticas sobre criterios técnicos. Esto, advierten, podría dañar a largo plazo el desarrollo de capacidades militares avanzadas, al crear un entorno de miedo y autocensura en el sector científico-militar del país.