Mientras tanto, la gobernadora Evelyn Salgado fue duramente criticada por cantar en un evento en Acapulco la misma noche del hallazgo
Guerrero (Marcrix Noticias)-La violencia en el estado de Guerrero sigue cobrando vidas y afectando a comunidades enteras. El 7 de noviembre, se descubrieron los restos de once habitantes de Chautipan, quienes habían sido secuestrados y asesinados por el grupo criminal ‘Los Ardillos’.
Estos comerciantes habían decidido trasladarse desde su localidad, dominada por el grupo rival ‘Los Tlacos’, hacia Chilpancingo en busca de ventas y mejores condiciones de seguridad. Sin embargo, al llegar, fueron interceptados y asesinados por el grupo criminal de la zona. Entre las víctimas se encontraban cuatro menores de edad y dos mujeres, lo que ha generado una profunda consternación en la comunidad.
La desaparición de estas personas había sido reportada en octubre en las áreas de Chilapa y Quechultenango, sin una respuesta efectiva de las autoridades. Incluso, una mujer afectada lamentó públicamente la falta de acción del gobierno mientras transportaba los ataúdes de su esposo y su hijo, ambos entre las víctimas encontradas desmembradas en una camioneta en Chilpancingo.
La situación ha generado fuertes críticas hacia la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. La noche del hallazgo, la mandataria fue vista en un evento en Acapulco, donde interpretó la canción “Si nos dejan” junto al cantante Jorge “Coque” Muñiz.
Diputados de la oposición calificaron este acto como “frívolo e insensible”, pues ocurrió en medio del descubrimiento de los cuerpos y en un momento en que la población espera acciones contundentes frente a la crisis de inseguridad en el estado. La polémica ha incrementado la presión sobre la gobernadora para que tome medidas efectivas contra el dominio de los grupos criminales y las extorsiones que afectan la economía local.
Ambos grupos criminales, ‘Los Tlacos’ y ‘Los Ardillos’, mantienen el control sobre el comercio y las actividades de la región, imponiendo “cobros de piso” y regulando la actividad económica, lo que obliga a los comerciantes a actuar bajo condiciones impuestas por los cárteles. Hasta ahora, ninguna estrategia de seguridad ha logrado frenar estos abusos, y el temor se ha apoderado de los habitantes de Guerrero.