En mujeres menores de 30 años, los nacimientos se redujeron hasta 45% desde el año 2000
La natalidad en México ha mostrado una disminución significativa, particularmente entre las generaciones más jóvenes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre el año 2000 y 2023 el total de embarazos cayó 26%; sin embargo, en mujeres menores de 30 años, la reducción fue aún más drástica, con caídas de entre 38% y 45%.
Diversos factores explican este fenómeno: incertidumbre económica, presiones emocionales, nuevas concepciones ideológicas y el efecto de las campañas de salud reproductiva que comenzaron en los años 60. Esta transformación ha influido directamente en las decisiones reproductivas de las juventudes.
Karla, una joven de 23 años que trabaja en un corporativo de medios, es parte de esta generación. Señala que no planea tener hijos debido a las condiciones del mundo actual: “No me veo siendo mamá… la economía, el clima, todo está muy complicado”, expresa. Su postura refleja un sentimiento cada vez más común.
Itzel Sosa, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que este fenómeno forma parte de una tendencia global denominada “infertilidad estructural”, la cual considera no solo factores personales, sino también sociales, económicos y ambientales que dificultan o desincentivan la decisión de tener hijos.
Según Sosa, muchas personas jóvenes visualizan un futuro incierto y hasta “apocalíptico”, marcado por crisis económicas, guerras y el cambio climático.