Zoraya ter Beeke padecía problemas de salud mental que le causaban un “sufrimiento físico y emocional insoportable”
México (Marcrix Noticias)-La reciente muerte de Zoraya ter Beek, una joven neerlandesa de 29 años que obtuvo la eutanasia debido a problemas graves de salud mental, ha avivado nuevamente el debate sobre los límites y la ética de esta práctica. Zoraya, quien padecía de depresión severa, autismo y trastorno límite de la personalidad, falleció el pasado 22 de mayo en su hogar en Oldenzaal, Países Bajos, como había expresado su deseo.
A pesar de gozar de buena salud física, Zoraya había solicitado a las autoridades neerlandesas el derecho a poner fin a su sufrimiento. Países Bajos, siendo el primer país en legalizar la eutanasia en 2002, permitió que su solicitud fuera aceptada.
La noticia de su fallecimiento se difundió a través de mensajes en redes sociales escritos por algunos de sus amigos cercanos. Uno de ellos, en un blog, y otro en un tuit, expresaron el dolor de perder a Zoraya y defendieron su decisión. Este último mensaje fue contundente, llamando a la reflexión a aquellos que dudaron de la sinceridad de Zoraya y la tildaron de buscar atención.
El caso de Zoraya ter Beek ha provocado una reflexión profunda sobre la eutanasia en casos de salud mental. Algunos argumentan que permitir el acceso a la eutanasia a personas jóvenes y aparentemente sanas físicamente, pero que sufren problemas de salud mental, puede ser interpretado como una invitación al suicidio. Por otro lado, hay quienes sostienen que situaciones como la de Zoraya evidencian el sufrimiento insoportable de muchas personas, incluso jóvenes, que enfrentan problemas mentales graves.
En medio de este debate, el caso de Zoraya ter Beek destaca la complejidad ética y moral que rodea a la eutanasia, especialmente cuando se trata de enfermedades mentales. Su historia invita a una reflexión profunda sobre el derecho a una muerte digna y el papel de la sociedad en el apoyo a quienes enfrentan el sufrimiento mental.