El acuerdo tripartito entre Caracas, Washington y San Salvador permitió la liberación de ciudadanos estadounidenses y el retorno de más de 250 migrantes venezolanos retenidos sin pruebas en la megaprisión CECOT.
Venezuela (Marcrix Noticias)-Un inédito acuerdo diplomático entre Venezuela, Estados Unidos y El Salvador concluyó esta semana con la liberación de 10 ciudadanos estadounidenses que permanecían encarcelados en Venezuela. A cambio, Washington deportó a decenas de migrantes venezolanos que habían sido retenidos en condiciones inhumanas en la cárcel de máxima seguridad CECOT, en territorio salvadoreño.
El pacto involucra directamente al presidente venezolano Nicolás Maduro, al expresidente y precandidato republicano Donald Trump, y al mandatario salvadoreño Nayib Bukele. Cada uno ha presentado el acuerdo como un logro político y estratégico, aunque la comunidad internacional sigue señalando serias violaciones a los derechos humanos en el proceso.
Según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, la operación marca una “victoria para cada estadounidense detenido injustamente”. Los 10 liberados ya se encuentran de regreso en Estados Unidos, tras lo que Rubio calificó como “una intensa labor diplomática” que agradeció especialmente a Bukele, a quien llamó “aliado clave del republicanismo en América Latina”.
A cambio, Estados Unidos deportó a más de 250 migrantes venezolanos que llevaban meses encerrados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad utilizada por El Salvador para contener a presuntos miembros de pandillas.
Estos migrantes habían sido arrestados y enviados a prisión bajo acusaciones sin pruebas de pertenecer al grupo criminal Tren de Aragua, usando una interpretación extrema de la Ley de Enemigos Extranjeros, revivida por Trump durante su gestión.
Organizaciones internacionales han documentado casos de tortura, muertes y hacinamiento dentro del CECOT. Uno de los venezolanos liberados perdió un riñón, según declaró el propio presidente Maduro.
Las imágenes del retorno fueron impactantes: migrantes esposados, escoltados por antimotines, bajando de los autobuses entre llantos y oraciones. Muchos llegaron con síntomas de agotamiento extremo, aún con mascarillas y visibles marcas físicas del encierro.
Desde Caracas, Nicolás Maduro calificó el día como “perfecto para Venezuela” y prometió atención médica y apoyo psicológico para los repatriados. Mientras tanto, en Estados Unidos, el caso ha escalado a la Corte Suprema, por el uso de leyes obsoletas y prácticas de detención sin juicio.
El ministro venezolano Diosdado Cabello aseguró que todos los retornados serán evaluados médica y jurídicamente antes de ser reintegrados a sus comunidades.