Donald Trump, afirmó que convenció a la empresa de cambiar su fórmula; Coca-Cola defendió el jarabe de maíz y agricultores advierten pérdida de empleos.

 

Washington D.C. (Marcrix Noticias).– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la empresa Coca-Cola aceptó su propuesta de reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña, en sus bebidas distribuidas dentro del país, lo que desató una fuerte polémica en el sector alimentario y entre productores agrícolas.

A través de su red Truth Social, Trump declaró: “He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido. Quiero agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola. Será una muy buena decisión por su parte. ¡Es simplemente mejor!”.

La declaración del mandatario se da en el contexto de su iniciativa Make America Healthy Again (MAHA), impulsada por el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., la cual busca presionar a la industria alimentaria, para que elimine ingredientes procesados y colorantes artificiales. 

Uno de los objetivos de esta campaña ha sido el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), utilizado como endulzante principal en las bebidas de Coca-Cola en el mercado estadounidense.

Sin embargo, la compañía respondió con cautela. En un primer comunicado, agradeció el “entusiasmo del presidente Trump” y mencionó que está trabajando en “ofertas innovadoras”. 

Pero más tarde, emitió una declaración más firme defendiendo el uso del JMAF. “Es seguro; tiene aproximadamente la misma cantidad de calorías por porción que el azúcar de mesa y el cuerpo lo metaboliza de forma similar”, señaló Coca-Cola.

La empresa añadió que la Asociación Médica Estadounidense ha confirmado que este jarabe “no tiene más probabilidades de contribuir a la obesidad que el azúcar común”, y aseguró que sus bebidas “no contienen ninguna sustancia dañina”.

A pesar del mensaje optimista de Trump, el posible cambio ha generado preocupación entre los productores de maíz. John Bode, presidente de la Asociación de Refinadores de Maíz, advirtió que sustituir el JMAF por azúcar de caña “costaría miles de empleos en la industria alimentaria estadounidense, reduciría los ingresos agrícolas y aumentaría las importaciones de azúcar extranjera, todo ello sin ningún beneficio nutricional”.

El tema también expuso una contradicción: la Coca-Cola que se comercializa en otros países, como México, ya está endulzada con azúcar de caña desde hace años. De hecho, las llamadas “Coca-Cola mexicanas” —envasadas en botellas de vidrio— se importan a Estados Unidos desde 2005 y se venden a precios más altos en supermercados, especialmente en zonas con alta población hispana.

Aunque Trump no mencionó directamente las razones nutricionales del cambio, el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. ha culpado al JMAF por su contribución a la obesidad en Estados Unidos y ha adelantado que las nuevas guías alimentarias del gobierno, a publicarse este verano, promoverán una dieta basada en alimentos integrales.

Cabe destacar que este eventual cambio en la fórmula no afectaría a la Coca-Cola Light, bebida favorita del presidente, que utiliza aspartamo. 

Trump es conocido por su afición a esta versión: durante su mandato, incluso instaló un botón en el Despacho Oval para que un asistente le llevara una en cualquier momento.

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