Kansas City Chiefs ganó a los favoritos San Francisco 49s la edición 58 del Súper Bowl, para convertirse en nueva dinastía

Las Vegas (Marcrix Noticias).— No, nadie va a recordar que con menos de 5 segundos para concluir el tiempo extra y perdiendo por tres puntos, Patrick Mahomes lanzó un pase a Mecole Hardman para poner el marcador final 25-22 a favor de Kansas City Chiefs sobre San Francisco 49s, y ganar así, por segunda ocasión consecutiva, el Super Bowl 58.  

Todos tendrán en la memoria el beso romántico de la pareja del momento formada por Taylor Swift y Travis Kelce, captado por las cámaras de televisión para millones de espectadores a lo largo y ancho del mundo.

Si bien el partido que enfrentó a Chiefs y Niners fue de mucha adrenalina en los últimos minutos, también fue cardiaca la novela de Swift para estar a tiempo en el estadio Allegiant de Las Vegas, ayer domingo 11 de febrero.

La cantante más popular del mundo viajó más de 12 horas en su jet privado desde la ciudad de Tokio para estar puntual a la cita en La Ciudad del Pecado, donde jugó su amoroso Kelce, el ala cerrada de Chiefs.

Los aficionados de hueso colorado a la NFL vieron horrorizados cómo las cámaras de televisión enfocaban a Taylor Swfit en distintos momentos del partido: cuando Chiefs estuvo abajo en el marcador o bien cuando hubo jugadas explosivas.

Millones de espectadores sentados frente a una pantalla o un celular vieron cómo Taylor Swift bebía hasta el fondo un vaso de cerveza, ya en los minutos finales del encuentro.

Ahí estuvo Swift.

En el emparrillado, las defensivas dominaron el juego pues al medio tiempo el marcador tenía un bajo puntaje. De hecho, el primer cuarto terminó tablas 0-0.

Hasta la segunda mitad del encuentro, Chiefs ajustó su ofensiva para darle más rol a Kelce y avanzar en el terreno de juego a costa de la defensiva californiana.

Con estos ajustes el equipo empató a los favoritos 49s, llevó el juego a tiempos extra, y pudo arrebatarles el trofeo Vince Lombardi.

Al final del partido, la audiencia únicamente deseaba mirar la celebración de la cantautora con el jugador de Kansas City; ya no importaban los discursos del dueño del equipo Clark Hunt o del comisionado Roger Goodell.

Taylor Swift bajó al campo de juego, caminó varias yardas hasta encontrarse con Kelce, lo abrazó por el cuello y ambos se fundieron en un romántico beso, de mucho corazón, tal y como fue el Super Bowl 58.

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