Ambos países organizan visitas paralelas a zonas afectadas mientras la tregua acordada en Malasia se mantiene frágil entre nuevas acusaciones cruzadas.

Bangkok / Phnom Penh. (Marcrix Noticias)- – En un intento por proyectar transparencia y contener las tensiones, Tailandia y Camboya anunciaron este jueves recorridos diplomáticos paralelos en su frontera compartida, escenario de recientes enfrentamientos armados que han dejado al menos 41 muertos en menos de una semana.

Las visitas tienen lugar en un contexto delicado, luego de que el pasado lunes ambos gobiernos firmaran un alto el fuego en Malasia, mediado por el primer ministro Anwar Ibrahim y auspiciado por la ASEAN, bajo fuerte presión internacional, especialmente de Estados Unidos.

“Las acciones buscan mostrar el impacto real del conflicto y reafirmar el compromiso de ambos gobiernos con la tregua”, indicó un funcionario tailandés.

Intercambio de acusaciones pese a la tregua

Apenas días después del acuerdo, Tailandia denunció nuevos ataques por parte de Camboya, lo que pone en entredicho la vigencia del alto el fuego. Desde Phnom Penh, el general Chan Sopheaktra, comandante de la provincia de Preah Vihear, rechazó las acusaciones y señaló a Tailandia como responsable de dos violaciones a la tregua.

El Ministerio de Exteriores de Tailandia confirmó que mañana viernes se llevará a cabo un recorrido oficial con diplomáticos y agregados militares para mostrar los daños en zonas como Surin, donde aún no se permite el regreso de evacuados debido al riesgo de municiones sin detonar.

Por su parte, Camboya organizó su propia visita a la frontera, tras una primera inspección realizada el miércoles con delegaciones de 13 países, incluidos Estados Unidos, China, y varios miembros de la ASEAN.

Origen del conflicto

La violencia se reactivó tras la explosión de una mina terrestre que hirió a cinco soldados tailandeses, lo que desencadenó enfrentamientos directos que escalaron rápidamente. Sin embargo, las raíces del conflicto se remontan a disputas históricas por la línea fronteriza de 800 kilómetros, que ha sido foco de tensión durante décadas.

El episodio más reciente comenzó en mayo, con la muerte de un soldado camboyano que reavivó la crisis diplomática y tensó aún más el clima político interno en Tailandia.

Presión internacional y frágil estabilidad

El presidente estadounidense Donald Trump advirtió que los avances en acuerdos comerciales con ambos países se congelarían si el conflicto continuaba, lo que aceleró las negociaciones. Aun así, la paz se mantiene inestable, sin garantías de cumplimiento firme del cese al fuego.

Por ahora, las visitas diplomáticas buscan calmar el panorama y ofrecer pruebas del compromiso con la desescalada, mientras la región observa con cautela si este gesto puede traducirse en una paz más duradera.

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