Entre enero y marzo de 2025, al menos 103 rinocerontes fueron abatidos ilegalmente en Sudáfrica, pese a los esfuerzos de vigilancia y a recientes golpes contra redes criminales.
Sudáfrica, (Marcrix Noticias) — La caza furtiva de rinocerontes ha alcanzado cifras alarmantes nuevamente en Sudáfrica: solo en el primer trimestre del año, al menos 103 ejemplares fueron abatidos ilegalmente, según reportes oficiales difundidos esta semana. Esto equivale a más de un animal asesinado por día, manteniendo un ritmo destructivo similar al de 2024.
El ministro de Medio Ambiente, Dion George, confirmó que 65 de estos animales fueron cazados dentro de parques nacionales, espacios teóricamente protegidos, pero donde los controles no han logrado contener el avance de las bandas criminales. “Es un recordatorio contundente de la amenaza implacable a nuestra vida silvestre”, declaró el funcionario.
Sudáfrica alberga entre 16 mil y 18 mil rinocerontes, incluyendo las especies blanca y negra. Este país es considerado el último gran bastión para estas especies en el planeta, especialmente para el rinoceronte negro, catalogado como “en peligro crítico de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De los apenas 6 mil 400 ejemplares que sobreviven en África, cerca de 2 mil habitan en Sudáfrica.
Frente a esta crisis, el gobierno ha intensificado esfuerzos para desmantelar las redes que lucran con el tráfico de cuernos de rinoceronte, altamente cotizados en los mercados ilegales internacionales. Uno de los mayores golpes de este año fue la condena a 27 años de prisión de Simon Ernesto Valoi, líder de una red de cazadores furtivos en Mozambique que operaba dentro del Parque Nacional Kruger, una de las reservas más emblemáticas y vulnerables del país.
Sin embargo, pese a estos avances judiciales, el desafío persiste. Las autoridades ambientales y las organizaciones de conservación alertan que, sin acciones más firmes y sostenidas, el futuro de los rinocerontes sigue en peligro. “Cada día que pasa, perdemos no solo a estos animales, sino a un símbolo irremplazable de la biodiversidad africana”, advierten.