El sector cañero de Quintana Roo cerrará el 2025 con números rojos, enfrenta pérdidas millonarias y adeudos con el ingenio azucarero.
Othón P. Blanco (Marcrix Noticias).- El sector cañero de Quintana Roo cerrará el año con números rojos, luego de que el precio de la tonelada de azúcar se fijara en 790 pesos, una caída significativa que ha impactado de forma directa los ingresos de los productores, informó el dirigente estatal de la CNPR, Benjamín Gutiérrez Reyes.
El líder cañero explicó que el precio actual representa una disminución de 490 pesos por tonelada en comparación con el ciclo anterior, cuando se comercializaba en alrededor de 1,280 pesos, lo que ha generado un fuerte desbalance financiero para los productores del sur del estado.
La zafra 2024-2025 se perfila como una de las más complicadas para el sector cañero en los últimos años. A la caída del precio del azúcar se sumaron mayores costos de producción, afectaciones climáticas y retrasos en la planeación operativa, lo que derivó en una reducción sustancial de los ingresos.
De acuerdo con estimaciones del propio sector, los cañeros dejaron de percibir más de mil millones de pesos durante el ciclo productivo actual, situación que compromete la liquidez de los productores y limita su capacidad para invertir en insumos, mantenimiento de cultivos y preparación de la próxima zafra.
Deuda con el ingenio agrava la crisis
A este escenario se suma una deuda cercana a los 280 millones de pesos con el ingenio azucarero, lo que ha profundizado la presión financiera sobre el sector. El adeudo, señalaron representantes cañeros, complica la planeación y operación del siguiente ciclo productivo, además de generar incertidumbre entre los productores.
La combinación de precios bajos, pérdidas acumuladas y adeudos pendientes ha colocado al sector cañero de Quintana Roo en una situación de alta vulnerabilidad, con efectos que trascienden al ámbito agrícola y alcanzan a la economía regional del sur del estado, donde la actividad cañera es uno de los principales motores productivos.
Dirigentes del sector advirtieron que, de no mejorar las condiciones del mercado y resolverse los adeudos existentes, la siguiente zafra podría iniciar con limitaciones operativas y menor capacidad productiva, lo que pondría en riesgo la estabilidad de cientos de familias que dependen directamente de esta actividad.
