Un video de 2012 en el que el ahora papa León XIV critica el “estilo de vida homosexual” ha provocado reacciones dentro de la Iglesia y la comunidad LGBTQ+.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Tras la elección del papa León XIV, anteriormente conocido como el cardenal Robert Prevost, ha resurgido un video de 2012 en el que critica duramente lo que llamó la promoción mediática de “prácticas contrarias al evangelio”, entre ellas el aborto, la eutanasia y el “estilo de vida homosexual”. En esa época, Prevost se desempeñaba como prior general de los agustinos en Chicago y participaba en el Sínodo Mundial de Obispos, según reportó Catholic News Service.
En el video, también expresó preocupación por la forma en que los medios de comunicación representan a las familias homoparentales, considerándola “benigna y simpática”, lo cual —según él— contradice la doctrina tradicional de la Iglesia.
Las reacciones no tardaron en llegar. Francis DeBernardo, director de New Ways Ministry, organización que promueve la inclusión LGBTQ+ en la Iglesia, calificó los comentarios como “decepcionantes”, pero expresó optimismo:
“Oramos para que su corazón y mente hayan evolucionado en estos 13 años”, dijo en un comunicado.
Prevost fue creado cardenal en 2023 y entonces reconoció la necesidad de acoger a todos, en línea con el mensaje de inclusión del papa Francisco, aunque también reiteró que la doctrina católica sigue sin cambios en estos temas.
En sus primeras declaraciones como pontífice, León XIV subrayó la importancia de “construir puentes” y recordó que el amor de Dios está destinado a todos. Estas palabras fueron bien recibidas por figuras como el reverendo James Martin, defensor de los católicos LGBTQ+, quien afirmó:
“Es auténtico y humilde, y siempre me trató con respeto”.
Por su parte, Sarah Kate Ellis, presidenta de GLAAD, instó al nuevo papa a profundizar el camino iniciado por Francisco:
“Hay una oportunidad extraordinaria para abrazar a las personas LGBTQ+ con dignidad y amor”, señaló.
El pontificado de León XIV apenas comienza, pero ya enfrenta uno de los dilemas más debatidos en la Iglesia contemporánea: cómo conciliar la doctrina con una pastoral verdaderamente inclusiva.