En todo este año, el senador ha dado traspiés que le han valido señalamientos hasta de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo
CDMX (Marcrix Noticias).— Dice el refrán que el pez por su boca muere. Pero en el caso del senador Gerardo Fernández Noroña, su boca ha puesto en riesgo las relaciones bilaterales y ha perjudicado a los mexicanos residentes en Estados Unidos.
En los últimos meses el presidente de la Mesa Directiva del Senado recibe críticas de políticos, ciudadanos, activistas, legisladores estadounidenses, y bajita la mano hasta de sus compañeros de partido.
Sus dimes y diretes con un legislador de Estados Unidos por el impuesto a las remesas generaron incomodidad en México porque, lejos de ayudar, perjudicó a los mexicanos en Estados Unidos.
Por ese acto fallido, activistas y políticos de oposición han pedido su renuncia a la Mesa Directiva del Senado y hasta la presidenta Claudia Sheinbaum, de manera indirecta, instó al ex petista cerrar la boca.
“No ayuda la confrontación, podemos no estar de acuerdo, nunca vamos a estar de acuerdo en todo y hay momentos de mayor dificultad en la relación”, dijo la Presidenta.
Al menos así lo hizo con periodistas de la fuente del Senado, a quien les ofreció unos minutos para una entrevista, pero a fin de cuentas decidió mantenerse callado y no los atendió.
Fernández Noroña insiste que todo es plan de la derecha, pero tras bambalinas solicita el respaldo de sus compañeros de bancada para que la solicitud de renuncia no prospere, según informó el diario Reforma.
Las últimas semanas la suerte no ha estado del lado del senador, ya que son varios los acontecimientos en que ha sido señalado y criticado.
Todavía está reciente el abucheo a Noroña por parte de su ex partido el PT, quienes en una asamblea lo corrieron.
La semana pasada, Noroña se enfrascó en una disputa verbal al burlarse del senador Eric Schmitt por el impuesto a las remesas.
El estadounidense le respondió: “El presidente del Senado mexicano está muy molesto con mi propuesta de ley para cuadruplicar el impuesto a las remesas. Ayer, en una conferencia de prensa, se rió de la idea. ¿Saben qué? El impuesto a las remesas acaba de subir un 5%”, dijo el legislador republicano.
En las sesiones de la Comisión Permanente, Noroña pierde ya la cordura. El senador grita y apaga los micrófonos a los opositores, como sucedió con la panista Lilly Téllez y el priísta Rubén Moreira.
O también está el encontronazo “escatológico” con el panista Ricardo Anaya por la elección judicial del 1 de junio.
En marzo, Noroña no mostró empatía hacia las familias de personas desaparecidas, y negó que el rancho Izaguirre fuese un campo de exterminio, pese a la gran evidencia que colectivos evidenciaron.
Y ni hablar de la humillación al ciudadano obligado a pedirle perdón de manera pública en las instalaciones del Senado.
Con información de Infobae
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