Pese a gastar 352 mil 380 dólares, tras compartir sus quejas en WhatsApp con otros pasajeros por los continuos retrasos no la dejaron embarcar.
Estados Unidos (Marcrix Noticias).- Jenny Phenix, una mujer de Florida, Estados Unidos, de 68 años de edad, fue expulsada de un crucero de lujo, por sus críticas en un grupo de WhatsApp con otros pasajeros por continuas demoras en el itinerario.
Jenny Phenix, narró medios británicos como Telegraph y Mirror, que para hacer el viaje que le costó 352 mil 380 dólares vendió todas sus posesiones y liquidó todos sus negocios, ya que su ilusión era viajar por todo el mundo.
Relató a ‘Telegraph’, que había estado viviendo con una maleta desde diciembre de 2023, para poder viajar en este crucero marítimo de lujo.
Tras compartir sus quejas con otros pasajeros en un grupo de WhatsApp por los continuos retrasos le informaron de que no embarcaría.
Con sus ventas y liquidaciones esta mujer consiguió recaudar más de 300.000 euros. No obstante, ha denunciado que se le ha prohibido viajar en el viaje inaugural de tres años «por quejarse de los continuos retrasos por un grupo de WhatsApp».
Como recogen los citados medios, en uno de estos grupos ella se quejó de que un retraso de cuatro meses significaba que el barco no podría atracar en Miami donde quería recoger algunas pertenencias para el viaje. Otras de sus quejas tenían que ver sobre las remodelaciones en el barco o su que su camarote era temporal.
Aunque estas quejas se hicieron a través de un grupo de WhatsApp llegaron de algún modo a la tripulación. Los propietarios del barco le escribieron después informándole de que su comportamiento «afectaba a la comunidad» por lo que habían decidido cancelar su contrato. Explica en ‘The Telegraph’ que habían recibido «más de una docena de quejas de residentes por su negatividad y continuas quejas» y por ello decidieron expulsarla.
Este viaje estaba inicialmente previsto para el 15 de mayo y voló hasta Southampton para ello, pero fue tras distintos problemas y retrasos cuando decidió alzar la voz ante sus compañeros.
Aunque le han reembolsado ya parte del pago ha asegurado a ‘The Telegraph’ que siente una «devastación moral y física». Mientras tanto, espera decidir un nuevo plan de vida.