El satélite ha revolucionado la medición de la calidad del aire con datos horarios y alta resolución sobre América del Norte.

Estados Unidos (Marcrix Noticias)-La NASA anunció la extensión de su innovadora misión TEMPO (Tropospheric Emissions: Monitoring of Pollution) al menos hasta septiembre de 2026, tras completar exitosamente su fase principal de 20 meses. Lanzada en 2023, esta misión pionera ha transformado la forma en que se monitorea la calidad del aire desde el espacio, brindando datos cada hora y con una resolución sin precedentes sobre América del Norte.

Ubicado en órbita geoestacionaria a 35 mil kilómetros sobre la Tierra, TEMPO es el primer instrumento satelital de la NASA capaz de medir contaminantes atmosféricos como dióxido de nitrógeno, ozono y formaldehído de forma horaria y con precisión a nivel local, en áreas de apenas unos pocos kilómetros cuadrados. Esta capacidad ha permitido rastrear fenómenos como el smog urbano, los incendios forestales o las emisiones industriales en tiempo casi real.

“Hemos pasado de tener imágenes diarias a contar con datos cada hora”, explicó Laura Jodd, científica del equipo en el Centro de Investigación Langley de la NASA. “Estamos aprendiendo continuamente a usar esta información para entender cómo cambian las emisiones con el tiempo y cómo rastrear eventos anómalos”.

Uno de los hitos más destacados fue la reducción del tiempo de entrega de datos a menos de tres horas, lo que ha sido fundamental para que autoridades locales y agencias medioambientales emitan alertas rápidas sobre la calidad del aire y protejan a la población en episodios de alta contaminación.

“La alta demanda de los datos de TEMPO subraya su papel fundamental”, afirmó Hazem Mahmoud, científico líder de datos en el Centro de Datos de Ciencias Atmosféricas de la NASA. En apenas un año, los usuarios descargaron más de dos petabytes de datos, convirtiendo a TEMPO en una de las misiones más utilizadas por investigadores y profesionales del medio ambiente.

Hasta la fecha, más de 800 usuarios —entre científicos atmosféricos, pronosticadores del clima y expertos en salud pública— han accedido a esta información gratuita, distribuida por el Centro de Datos de Ciencias Atmosféricas de la NASA.

La misión TEMPO es fruto de una colaboración entre la NASA y el Observatorio Astrofísico del Smithsonian, que opera el instrumento a diario y desarrolla los productos científicos desde el Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian.

Durante su fase extendida, TEMPO incorporará nuevos productos centrados en aerosoles, desarrollados junto con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que permitirán distinguir entre humo y polvo, además de calcular su altitud y concentración. Estos avances ofrecerán herramientas aún más precisas para estudiar los efectos de la contaminación atmosférica y los cambios en la calidad del aire.

El éxito de TEMPO ha sido posible gracias a una red colaborativa de más de 20 agencias federales e internacionales y una comunidad científica activa de más de 200 investigadores. De cara al futuro, la NASA realizará una revisión institucional en otoño para evaluar los logros de la misión y definir el rumbo de futuras iniciativas satelitales para el monitoreo ambiental.

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