En Oaxaca, el Santuario del Jaguar Yagul celebra el nacimiento de Yazu, la primera cría de jaguar bajo su programa de reproducción.
Oaxaca (Marcrix Noticias)-El rugido de una hembra jaguar retumba en el Santuario del Jaguar Yagul, ubicado en el municipio de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca. Es el llamado de una madre que protege a Yazu, su cría de apenas un mes de edad y la primera en nacer dentro del programa de reproducción y conservación del jaguar mexicano. Este nacimiento representa una esperanza para la preservación de la especie, símbolo del equilibrio ecológico de las selvas del país.
De acuerdo con el último censo de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, en 2025 se contabilizaron 5,300 ejemplares de Panthera onca en México, una mejora respecto a los 4,000 registrados en 2008. Sin embargo, el avance no ha eliminado las amenazas que enfrenta el felino: la pérdida de hábitat, los incendios forestales, el cambio climático y la caza furtiva siguen poniendo en riesgo su supervivencia.
El Santuario de Yagul impulsa la creación del Banco Genético del Jaguar, iniciativa que busca preservar el linaje genético de los ejemplares mexicanos rescatados por la Profepa y la Conanp. “Queremos conservar el legado biológico del jaguar, fortalecer la reproducción y garantizar su reintegración en zonas prioritarias”, explicó Víctor Rosas Vigil, director de la fundación Jaguares en la Selva, Ayúdanos a que Suceda A.C.
El nacimiento de Yazu fue posible gracias a la pareja conformada por Balam, un jaguar macho procedente de San Miguel Chimalapas, y una hembra rescatada en Campeche. Aunque ninguno podía regresar al medio natural, su cría sí podría hacerlo dentro de una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA).
A lo largo de 25 años, el santuario ha pasado de ser un zoológico tradicional a un centro de conservación y asilvestramiento, enfocado en recuperar y liberar felinos rescatados. En sus instalaciones también se desarrolla un “simulador de vida silvestre”, una hectárea de terreno donde pumas y jaguares aprenden a cazar, trepar y sobrevivir sin contacto humano.
El programa ya ha tenido resultados exitosos: dos jaguares hembra rescatadas en Calakmul fueron liberadas en la selva en 2020, tras tres años de entrenamiento. Actualmente, tres pumas hallados en Hidalgo en 2022 se preparan para su reintroducción en la Sierra Gorda o en Guanajuato.
El santuario también da una segunda oportunidad a ejemplares víctimas de maltrato, como Luna, una jaguar rescatada de una clínica veterinaria donde era exhibida. Hoy, completamente recuperada, funge como embajadora de educación ambiental.
Con más de 50 animales bajo resguardo —entre jaguares, ocelotes, pumas, cocodrilos y otras especies—, el Santuario del Jaguar Yagul recibe unos 20 mil visitantes anuales, quienes aprenden sobre la importancia de conservar los ecosistemas.
“Los jaguares son una especie sombrilla: protegerlos significa proteger todo un ecosistema”, recordó José Eduardo Ponce Guevara, director del centro.
Mientras el imponente Balam descansa bajo el sol oaxaqueño, el rugido de su compañera y el latido de Yazu simbolizan un triunfo silencioso: el renacer del jaguar mexicano y la esperanza de que algún día vuelva a reinar en libertad.