Durante más de una década, científicos han intentado explicar extrañas señales de radio captadas por un experimento de la NASA en la Antártida.

Antártida, (Marcrix Noticias) — Lo que comenzó como una misión para estudiar neutrinos de ultraalta energía terminó convirtiéndose en uno de los misterios científicos más intrigantes de los últimos años. El experimento ANITA (Antena Transitoria Impulsiva Antártica), de la NASA, detectó señales de radio provenientes desde lo profundo del hielo antártico, en ángulos que, según la física conocida, no deberían existir.

Estas señales, captadas entre 2006 y 2016, parecían surgir desde dentro del planeta, atravesando miles de kilómetros de roca sólida, algo que los neutrinos —partículas cósmicas casi sin masa— no deberían poder hacer, de acuerdo con el Modelo Estándar de la física de partículas.

“Las ondas que detectamos estaban a 30 grados por debajo del hielo, un ángulo que no corresponde con neutrinos conocidos”, explicó Stephanie Wissel, coautora del estudio y profesora en la Universidad Estatal de Pensilvania.

A pesar de numerosos intentos de replicar la detección, incluso con equipos avanzados como el Observatorio Pierre Auger en Argentina, las señales no han vuelto a aparecer. El misterio permanece, y los estudios más recientes no han podido confirmar ni descartar una anomalía física.

Una posible explicación apunta a los neutrinos tau, una rara variante capaz de regenerarse al atravesar materia. Sin embargo, incluso esta teoría no se ajusta del todo. “Deberían venir muy cerca del horizonte, no a 30 grados por debajo”, afirmó Wissel.

Para el físico Peter Gorham, líder de ANITA, la posibilidad de estar frente a una nueva física no puede descartarse. “Podrían ser eventos únicos o algo que aún no comprendemos”, señaló.

Mientras tanto, la comunidad científica sigue en busca de respuestas. Resolver este enigma podría no solo cambiar la forma en que entendemos a los neutrinos, sino también abrir una puerta hacia los secretos más profundos del universo.