La UIT estableció un plazo para que un satélite mexicano ocupe la posición 113° Oeste.
México (Marcrix Noticias)-México enfrenta una carrera contrarreloj para conservar la posición orbital 113° Oeste, luego de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ordenara a Satélites Mexicanos (Satmex) presentar, a más tardar el 30 de septiembre de este año, un plan de reemplazo para el satélite Satmex7, retirado en 2024 debido a una anomalía técnica.
El Satmex7, operado por la empresa francesa Eutelsat bajo concesión mexicana, ofrecía servicios de video, datos gubernamentales y móviles en el continente americano. Su retiro obligó a Satmex a solicitar una prórroga a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo encargado de administrar los recursos orbitales geoestacionarios.
El IFT aceptó inicialmente la propuesta de colocar un satélite temporal por 90 días, pero exigió un plan formal, cuya entrega ya fue aplazada en dos ocasiones. El nuevo límite es el 30 de septiembre y, de incumplirse, se revocará la concesión con vigencia hasta 2037.
La urgencia radica en que la UIT fijó como plazo final el 25 de marzo de 2027 para que México tenga un satélite en la posición 113° Oeste. Fuentes del sector señalan que la fabricación de un nuevo satélite puede tardar más de dos años, por lo que un reemplazo temporal aparece como la alternativa más viable.
Especialistas como Carlos Alejandro Merchán, de la Academia Mexicana de Ingeniería, advierten que esta posición orbital es estratégica y altamente codiciada por su cobertura sobre América del Norte. Recordó que México tardó años en obtenerla en negociaciones internacionales y que, si se pierde, potencias como Estados Unidos, Canadá o empresas como Eutelsat podrían ocuparla de inmediato.
La pérdida tendría consecuencias graves: afectaría servicios de televisión, radio y conectividad, además de limitar el uso de satélites para meteorología, prevención de desastres y agricultura. En un contexto de saturación del espacio orbital y creciente competencia geopolítica, la urgencia de proteger esta ubicación no solo responde a un tema técnico, sino a la seguridad nacional y al desarrollo tecnológico de México.
(Con información de Expansión)