Maduro anunció que otorgará la condecoración “Victoria de Ayacucho” a 21 miembros de su gobierno y equipo de seguridad sancionados por Estados Unidos, acusados de fraude electoral y represión tras las elecciones del 28 de julio.
Venezuela (Marcrix Noticias)-En un acto de desafío ante las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro anunció que otorgará una alta condecoración a 21 miembros de su gobierno y equipo de seguridad, quienes fueron recientemente sancionados por el Departamento del Tesoro estadounidense. Estas sanciones se refieren a acusaciones de participación en un supuesto fraude electoral y medidas represivas posteriores a las elecciones del 28 de julio en Venezuela.
Maduro expresó su firme apoyo a los sancionados y defendió su integridad, refiriéndose a ellos como “un grupo de eminentes hombres de (su) país”. En su discurso, el mandatario venezolano indicó que, en los próximos días, se creará la condecoración “Victoria de Ayacucho”, que será entregada a aquellos que, según él, han sido agredidos por las sanciones impuestas desde Washington.
“Si no fuera tan serio el tema de las agresiones a través de las llamadas sanciones, yo diría que es ridículo lo que han hecho”, afirmó Maduro, al tiempo que agregó que aunque la medida le provocaba risa, prefería no hacer comentarios jocosos por respeto a la situación.
Las sanciones de EE. UU. apuntan a 21 personas, entre ellas Daniella Desiree Cabello Contreras, hija del ministro del Interior venezolano, quienes son acusadas de haber apoyado las acciones represivas de Maduro y de haber ayudado a perpetuar el fraude electoral. El Departamento del Tesoro estadounidense ha señalado que estas personas desempeñaron un papel crucial en la manipulación de los resultados electorales y en la represión de la sociedad civil en Venezuela.
A pesar de la creciente presión internacional, el gobierno de Maduro continúa desafiando las sanciones, presentando a los sancionados como víctimas de una “agresión” política. Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, especialmente en torno a las acusaciones de fraude electoral y violaciones de derechos humanos, siguen intensificándose, mientras la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de la situación en el país sudamericano.