Vincenzo Gioacchino Pecci, conocido como el Papa León XIII (1810–1903), fue una figura clave en la historia de la Iglesia Católica, recordado por su pontificado de casi 26 años, su vasto legado doctrinal y su compromiso con la justicia social.
Vaticano (Marcrix Noticias)-Nacido el 2 de marzo de 1810 en Carpineto, Italia, León XIII fue el sexto hijo de una familia modesta. Su brillante formación en instituciones jesuitas lo llevó a ordenarse sacerdote en 1837. Ocupó diversos cargos como gobernador en Benevento y Perugia, donde destacó por su justicia y por fundar un banco para los pobres. En 1843 fue consagrado obispo y enviado como nuncio a Bélgica, y en 1853, el Papa Pío IX lo elevó a cardenal.
Tras la muerte de Pío IX en 1878, Pecci fue elegido Papa a los 68 años. Aunque muchos anticiparon un pontificado breve debido a su salud, León XIII gobernó la Iglesia durante casi 26 años, convirtiéndose en uno de los pontífices más longevos.
Apodado el “Papa de las encíclicas”, León XIII publicó alrededor de 50 documentos doctrinales. Entre ellos destaca la Rerum novarum (1891), considerada la piedra angular del Magisterio Social de la Iglesia. Esta encíclica denunció la explotación obrera en la Revolución Industrial, rechazó el individualismo económico y defendió la dignidad del trabajo y los derechos de los pobres. Fue llamada la “Carta Magna del Trabajo” y colocó a la Iglesia como una voz activa en los debates sociales del siglo XX.
León XIII también impulsó el pensamiento católico al promover la filosofía de Santo Tomás de Aquino como base del pensamiento eclesial, especialmente a través de la encíclica Aeterni Patris. En el plano ecuménico, logró avances significativos con las Iglesias Orientales, aunque sus esfuerzos con la Comunión Anglicana no prosperaron.
A nivel internacional, mostró una visión diplomática notable: calmó tensiones con Alemania tras el Kulturkampf y medió entre España y Alemania por las Islas Carolinas, aunque tuvo menos éxito en mejorar las relaciones con Italia y Francia.
León XIII falleció el 20 de julio de 1903, a los 93 años. Su legado sigue vivo como pionero en integrar la fe católica con los desafíos sociales y políticos de su tiempo, defendiendo siempre a los más débiles y sentando las bases de la doctrina social que guía a la Iglesia hasta hoy.