José Jerí sustituye a Dina Boluarte y gobernará hasta julio de 2026, con elecciones previstas para abril.
Perú (Marcrix Noticias)-El Congreso de Perú destituyó la noche del jueves a la presidenta Dina Boluarte por “permanente incapacidad moral”, tras una votación casi unánime que reflejó el hartazgo político y social por el aumento de la violencia y la falta de resultados de su administración.
Horas después, el titular del Legislativo, José Jerí, de 38 años, juró como presidente interino, comprometiéndose a mantener el orden constitucional y a gobernar hasta el 28 de julio de 2026, cuando entregará el poder al mandatario que resulte electo en los comicios programados para abril de ese año.
“Defenderé la soberanía nacional, la integridad física y moral de nuestro país”, declaró Jerí durante su juramentación en el Congreso, en una sesión que se prolongó hasta la madrugada del viernes.
La destitución de Boluarte la convierte en la tercera mandataria peruana removida por incapacidad moral desde 2018, en un periodo marcado por una profunda inestabilidad institucional que ha dejado siete presidentes en apenas siete años.
El pleno del Congreso aprobó cuatro mociones de vacancia argumentando la incapacidad del Ejecutivo para contener la ola de criminalidad que azota al país. Boluarte, quien no acudió a defenderse, fue destituida con 124 votos a favor de 130 posibles, una cifra muy por encima del mínimo requerido.
Boluarte había asumido la presidencia en diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso. Desde entonces, enfrentó protestas, escándalos y varios intentos de remoción, aunque logró mantenerse gracias al apoyo de bancadas conservadoras que ahora le dieron la espalda.
El colapso político se precipitó luego de un ataque armado contra la banda de cumbia Agua Marina, ocurrido el miércoles, que dejó cinco personas heridas y desató una ola de indignación nacional. El hecho fue interpretado como símbolo del deterioro de la seguridad, uno de los principales reclamos contra el gobierno.
Las cifras oficiales confirman el problema: en 2024, Perú registró 2,082 homicidios, la cifra más alta en siete años, mientras que las denuncias por extorsión crecieron de 16,333 en 2022 a 22,348 en 2024.
Durante su gestión, Boluarte atribuyó parte de la crisis a la inmigración irregular, desatando polémica con declaraciones consideradas xenófobas:
“Esta delincuencia se ha visto reforzada por la inmigración ilegal… los gobiernos anteriores abrieron las puertas a los delincuentes”, expresó en un acto militar reciente.
Sin respaldo parlamentario ni base política sólida —su popularidad cayó por debajo del 10%—, la mandataria no logró sostener su gobierno.
Los partidos Fuerza Popular (Keiko Fujimori), Alianza para el Progreso (César Acuña) y Renovación Popular(Rafael López-Aliaga) votaron a favor de su salida, acusándola de “falta de liderazgo”.
Analistas políticos coinciden en que estas fuerzas buscan reconfigurar sus posiciones de cara a las elecciones de 2026, aprovechando la caída de Boluarte para reposicionarse en el escenario electoral.
Con la asunción de José Jerí, Perú inicia un nuevo capítulo de incertidumbre, en medio de una crisis que combina violencia creciente, desconfianza institucional y cansancio ciudadano ante la sucesión incesante de gobiernos fallidos.