El gobierno declaró a la isla zona catastrófica tras el paso del huracán categoría 5, que destruyó viviendas, colapsó servicios y mantiene incomunicadas a miles de personas.
Kingston, Jamaica (Marcrix Noticias).- El gobierno de Jamaica declaró a todo el país “zona catastrófica” tras el paso del huracán Melissa, que impactó la isla con vientos de casi 300 kilómetros por hora, dejando una devastación sin precedentes en la historia reciente del Caribe.
El fenómeno, catalogado como categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra la noche del lunes en la región suroeste de la isla, afectando gravemente a comunidades como Montego Bay, Black River y Santa Cruz, donde techos fueron arrancados, ríos se desbordaron y decenas de viviendas quedaron bajo el agua.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) confirmó que Melissa alcanzó una presión central de 899 milibares, lo que la ubica entre los huracanes más potentes del siglo XXI. Las autoridades describieron la situación como “catastrófica y de alto riesgo para la vida humana”.
El primer ministro Andrew Holness informó que más de 800 refugios fueron habilitados en toda la isla y que cientos de miles de personas permanecen incomunicadas o sin acceso a electricidad y agua potable, especialmente en la región occidental, donde el impacto fue directo.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran calles convertidas en ríos, árboles derribados, postes caídos y estructuras colapsadas, mientras los servicios de emergencia trabajan para rescatar a personas atrapadas entre los escombros.
El oleaje superó los cuatro metros y las lluvias dejaron acumulados de más de 700 milímetros, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra en distintas zonas del país. Las autoridades locales han pedido a la población no salir de los refugios hasta que se garantice su seguridad.
El huracán Melissa ,ha sido calificado por los expertos como el desastre natural más devastador que ha vivido Jamaica en los últimos 174 años, superando incluso los daños registrados durante el paso del huracán Gilbert en 1988.
Mientras tanto, Cuba y Bahamas se mantienen en alerta máxima, ya que el sistema continúa desplazándose hacia el norte con fuerza destructiva.
Organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja han comenzado a coordinar apoyo humanitario para Jamaica ante la magnitud de los daños, mientras el gobierno trabaja en la evaluación preliminar de pérdidas y en el restablecimiento de los servicios básicos.
