La expansión de sus campos agrícolas ha sido la principal causa de la deforestación masiva en el municipio de Bacalar.

Bacalar (Marcrix Noticias)-La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) mantiene bajo estricta observación a alrededor de 14 comunidades menonitas en el sur de Quintana Roo, debido a la tala de miles de hectáreas para actividades agrícolas que ya impactan ecosistemas sensibles, entre ellos la laguna de Bacalar.

Alonso Fernández Lemmen Meyer, titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente en la entidad, explicó que se trabaja coordinadamente con instancias federales para frenar la expansión de asentamientos como Salamanca, Nicolás Bravo, Laguna, El Bajío, San Fernando, El Paraíso y Blanca Flor, donde se han detectado cambios de uso de suelo no autorizados y tala sistemática de selva.

La deforestación masiva en Bacalar ha sido señalada por grupos ambientalistas y apicultores locales como una amenaza directa al equilibrio ecológico, especialmente por el uso de agroquímicos que podrían afectar la emblemática Laguna de los Siete Colores. La apertura de pozos clandestinos y la creciente ocupación del territorio agravan el riesgo sobre el manto freático.

El procurador señaló que, aunque el objetivo es encontrar una solución integral a la problemática, por ahora se mantienen operativos constantes para impedir que continúen afectándose nuevas áreas. Reconoció que la vigilancia es complicada debido a la gran superficie que ya ocupan estos asentamientos, muchos de los cuales se establecieron desde los años 90 y han crecido aceleradamente por su alta tasa de natalidad.

“Ellos ya saben que están bajo observación y, aunque se ha logrado frenar la expansión inmediata, la situación sigue siendo compleja por la magnitud del territorio intervenido”, precisó.

Fernández Lemmen Meyer informó que ya existen avances en coordinación con la titular nacional de Profepa, Mariana Boy, con quien se han sostenido reuniones periódicas para evaluar medidas futuras, entre ellas la posibilidad de una reubicación parcial de asentamientos en una segunda etapa del operativo.

De acuerdo con estimaciones de organizaciones ambientales, la deforestación atribuida a la expansión agrícola menonita en el sur del estado podría rebasar las 50 mil hectáreas, lo que mantiene encendidas las alertas sobre la conservación de la selva y los cuerpos de agua de la región.

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