Gobierno federal abrió un camino alterno en donde no se toca un centímetro de propiedad privada; se inaugura el 2 de septiembre
Ciudad de México (Marcrix Noticias).— La familia Barbachano, de añeja tradición en la Península de Yucatán, rompió un acuerdo para facilitar al Gobierno federal la apertura de la zona arqueológica de Chichén Viejo, en Yucatán, reveló este lunes el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto.
Aparentemente había un acuerdo con Isabel Barbachano, propietaria del terreno de la zona arqueológica de Chichén Itzá, para permitir el paso de trabajadores al área de Chichén Viejo a través de su propiedad, así como de los turistas una vez abierto al público.
Sin embargo, la propietaria “consideró que se dejara cerrado ese paso y que dejáramos cerrada la posibilidad de accesar desde su hotel a la zona monumental” de Chichén Viejo, indicó el funcionario en la conferencia matutina de este lunes.
Prieto reveló haberse reunido con Barbachano y en un primer momento se autorizó el paso de trabajadores, pero “decidió cerrar el predio, en algún sentido tiene derecho” porque es la dueña.
El INAH, indicó su director, “no favorece ninguna clase de conflictos”, por lo que se habilitó un camino alterno para llegar a Chichén Viejo en donde “no se toca un solo centímetro de su propiedad, no hay problema”.
Prieto expresó que “cada quien tendrá su opinión sobre el actuar de esta familia”, pero el 2 de septiembre se abre al público el área de Chichén Viejo.
Relevancia cultural
El director del INAH afirmó que Chichén Viejo es un centro urbano previo al Chichén Itzá conocido en la actualidad, cuya cultura es una clara vinculación con la tolteca.
Es una ciudad erigida un par de siglos antes de que iniciara Chichén Itzá, la ciudad-Estado que tuvo hegemonía en la Península durante el periodo post clásico, dijo Prieto.