La captura del petrolero Skipper por fuerzas de Estados Unidos expone la red energética entre Caracas y La Habana, con casi dos millones de barriles de petróleo.
Estados Unidos (Marcrix Noticias).- Una operación militar de Estados Unidos concluyó esta semana con la incautación del petrolero Skipper frente a las costas de Venezuela, en un despliegue que, según reportes internacionales, impacta directamente en los flujos petroleros que sostienen la relación entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Cuba.
La embarcación transportaba cerca de dos millones de barriles de crudo pesado venezolano y estaba registrada a nombre de Triton Navigation Corp., una firma con sede en las Islas Marshall.
Investigaciones citadas por The New York Times y The Economist señalan que el buque era una pieza clave dentro del intercambio energético y financiero entre ambos países.
De acuerdo con los documentos revisados por estos medios, elSkipper zarpó el pasado 4 de diciembre desde puertos venezolanos, con un destino previamente declarado hacia el puerto de Matanzas, en Cuba, uno de los principales puntos de recepción de hidrocarburos en la isla.
Registros internos de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) indican que el cargamento estaba amparado por un contrato conjunto entre Cubametales, la empresa estatal cubana encargada de la comercialización de combustibles, y una compañía vinculada al comerciante panameño Ramón Carretero.
Las autoridades estadounidenses consideran que este tipo de envíos forman parte de esquemas diseñados para eludir sanciones internacionales, permitiendo a Venezuela colocar su petróleo y a Cuba asegurar el suministro energético que sostiene sectores estratégicos de su economía.
Aunque no se han revelado todos los detalles de la operación, analistas consultados por medios internacionales señalan que la incautación del Skipper envía un mensaje de presión directa sobre las rutas marítimas utilizadas por Caracas para exportar crudo fuera de los mercados tradicionales.
Hasta el momento, ni el gobierno venezolano ni el cubano han emitido un pronunciamiento oficial sobre la captura del buque, mientras el caso abre un nuevo capítulo en la disputa geopolítica y energética que involucra sanciones, comercio petrolero y control marítimo en el Caribe.