El cadáver, en excelente estado de conservación, proporciona valiosa información sobre la dieta y ecología del Pleistoceno tardío.
México (Marcrix Noticias)-El descubrimiento de un lobo de 44,000 años de antigüedad en el permafrost del distrito de Abyisky, en el lejano oriente de Rusia, ha capturado la atención de la comunidad científica internacional. El cadáver fue descubierto en 2021 debido al deshielo del permafrost y se encontraba a 40 metros de profundidad en el río Tirekhtyakh. Este lobo, un macho adulto en excelente estado de conservación, fue trasladado a la Academia de Ciencias de la República de Sajá (Yakutia) para su estudio.
El lobo presenta pelaje, huesos, órganos e incluso dientes en perfectas condiciones. Maxim Cheprasov, jefe del laboratorio del Museo del Mamut de la Universidad Federal del Noreste, explicó que se seleccionó un premolar para determinar la edad biológica del hallazgo. “A juzgar por el desgaste de los dientes y el desarrollo de la cresta sagital, podemos decir que se trata de un varón adulto”, señaló Cheprasov.
Este descubrimiento es considerado un hito paleontológico, ya que es el primer lobo adulto completo del Pleistoceno tardío jamás encontrado. Los científicos han estudiado sus últimas comidas, gracias a la conservación de su estómago, lo que proporciona información sobre la dieta y ecología de la era.
El permafrost podría albergar microorganismos antiguos, ya que las bacterias pueden sobrevivir en los fósiles durante miles de años. Artemy Goncharov, profesor del Departamento de Epidemiología, Parasitología y Desinfección de la Universidad Médica Estatal del Noroeste, destacó la cooperación científica con el Museo de Mamuts NEFU. “Vemos que las bacterias vivas pueden sobrevivir en hallazgos de animales fósiles durante miles de años”, afirmó Goncharov. Este hallazgo ofrece una oportunidad única para estudiar las antiguas comunidades microbianas presentes durante la Edad del Hielo, incluidos los patógenos y sus funciones.
El permafrost está presente principalmente en las regiones árticas y cubre 23 millones de km². Sin embargo, está sufriendo debido al cambio climático y al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las temperaturas globales, especialmente en el Ártico, están aumentando a más del doble del promedio mundial. Como resultado, el permafrost se derrite rápidamente, exponiendo áreas que han estado congeladas durante mucho tiempo y amenazando el medio ambiente, las infraestructuras y el clima.
