Un buzo croata halló los restos de una embarcación histórica a menos de un metro bajo el lecho marino de la ciudad amurallada.
Croacia (Marcrix Noticia)-En una jornada de trabajo común, Ivan Bukelic, buzo profesional y constructor subacuático, realizó un hallazgo arqueológico inesperado: los restos de un barco del siglo XVIII enterrados bajo las aguas poco profundas del puerto antiguo de Dubrovnik, en Croacia.
El descubrimiento ocurrió en abril de este 2025 mientras Bukelic realizaba labores de instalación de una tubería. A tan solo 60-80 centímetros de profundidad, notó una estructura de madera inusual que resultó ser parte de una antigua embarcación. “Ahora puedo decir que he descubierto un barco en el casco antiguo de Dubrovnik”, expresó emocionado.
Dubrovnik, ciudad costera reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por sus imponentes murallas medievales y por haber sido uno de los escenarios de la exitosa serie “Juego de Tronos”.
Según Irena Radić Rossi, arqueóloga marina encargada de la investigación, los primeros análisis de radiocarbonoubican la embarcación a finales del siglo XVIII, aunque aún se desconoce su tipo y dimensiones exactas. “Debemos protegerlo para el futuro”, subrayó Rossi, al anunciar que el barco ha sido asegurado para futuras excavaciones e investigaciones en coordinación con el Ministerio de Cultura de Croacia.
Ola de descubrimientos arqueológicos en 2025
Este hallazgo se suma a una serie de descubrimientos arqueológicos que han salido a la luz durante 2025. En mayo, en la ciudad siria de Maarat al-Numan, al norte de Siria, fueron descubiertas tumbas subterráneas bizantinas con más de 1,500 años de antigüedad, reveladas entre escombros de una zona devastada por la guerra.
Las dos cámaras funerarias de piedra halladas contenían seis tumbas cada una, y han despertado no solo el interés científico, sino también la esperanza de los habitantes locales como Ghiath Sheikh Diab, quien expresó su deseo de que los propietarios de tierras con hallazgos arqueológicos sean justamente compensados.
Estos descubrimientos son una muestra de cómo el pasado sigue emergiendo en los lugares más inesperados, ofreciendo nuevas pistas sobre las civilizaciones que habitaron el mundo hace siglos.