El futuro nos alcanzó. El Sistema Cutzamala, que abastece de agua a 13 alcaldías de la Ciudad de México y 13 municipios del Estado de México, enfrenta los peores niveles de almacenamiento de su historia.
Al inicio de la temporada de calor, el Sistema Cutzamala sólo cuenta con 46.4 por ciento de llenado, y contando.
La sequía prolongada ligada al fenómeno de La Niña, que ahora se encuentra en una fase neutra, pone en riesgo el abasto de 5.5 millones de habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Según datos de la Conagua, del Sistema Cutzamala proviene el 25 por ciento del recurso que requiere la región.
Así que en este caso se aplica la máxima: “Ante situaciones extremas medidas extremas”, que parecieran sacadas de una película de ciencia ficción.
La opción: El bombardeo de nubes, un programa de estimulación de lluvias sobre las tres principales presas del Sistema Cutzamala, El Bosque en Michoacán, y Villa Victoria y Valle de Bravo en el Estado de México.
La metodología que se utiliza es la misma que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) viene empleando desde el ciclo otoño-invierno 2020-2021 en el Valle de San Quintín, en Baja California, y que luego exportó para atender los agostaderos de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y la Región Lagunera.

En entrevista con Excélsior, Santiago Arguello, coordinador general de Agricultura de la SADER, aclaró que no se trata de técnicas de ionización de nubes o creación de nubes, sino de la aspersión de moléculas de yoduro de plata sobre-enfriadas con acetona.
La verdad es que nosotros trabajamos sobre la nubosidad que la naturaleza nos da, no intentamos cambiar el ciclo de las lluvias”, detalló.
El ingeniero agrónomo indicó que el reactivo se aglutina formando humedad, lo que permite que haya precipitaciones pluviales.
En tanto, Alejandro Trueba, director del Proyecto de Estimulación de Lluvias de la SADER, invitó a científicos y académicos a darle seguimiento a estos trabajos.
A que tomen muestras, las evalúen y verán que no hay ningún problema, en lo que se refiere a un posible impacto ambiental”; indicó.
Los sobrevuelos se realizan siempre y cuando existan condiciones meteorológicas adecuadas, cuando hay nubosidad y ésta viaje del Pacífico hacia el centro del país.
Santiago Arguello, coordinador general de Agricultura de la SADER, comentó que la aspersión se hace de abajo hacia arriba sobre las nubes, como si una avioneta estuviera realizando la fumigación de un campo de cultivo desde el aire.
Destacó que en las experiencias previas utilizadas en el sector agropecuario, por cada 10 vuelos se lograron seis lluvias.
La efectividad es de más del 60 por ciento. Cuando hay condiciones meteorológicas apropiadas logramos que se forme la lluvia”, manifestó.
Reveló que en la misión que se extenderá por mes y medio, hasta el 7 de mayo, en el Sistema Cutzamala, se buscará realizar entre 20 y 30 sobrevuelos con el apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana en un polígono de 438 mil hectáreas.
Subrayó que la meta es obtener 20 por ciento más agua con respecto al almacenamiento esperado, que de acuerdo a los pronósticos continuará a la baja al menos hasta mayo-junio, para caer a menos del 40 por ciento de llenado.
Santiago Arguello calculó que la inversión en la estimulación de lluvias en las inmediaciones del Estado de México y Michoacán, será de más de tres millones de pesos.
El monto depende del número de aspersiones, el reactivo utilizado, los técnicos, equipos, aspersores y compresores, aunque también hay inversión en especie y en recursos humanos, como la que hace la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con la aeronave, el mantenimiento y el combustible”, puntualizó.
El coordinador general de Agricultura de la SADER agregó que lo más importante en un escenario de cambio climático como el que estamos viviendo, es hacer un uso responsable del agua, porque cada día está más escasa.
