El expresidente brasileño Jair Bolsonaro enfrenta nuevas restricciones judiciales en la antesala de su juicio por intento de golpe de Estado.

Brasil (Marcrix Noticias)-Este viernes, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó una serie de medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro, quien será juzgado por su presunta implicación en un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022.

Entre las medidas impuestas se incluyen el uso obligatorio de un monitor electrónico en el tobillo, toque de queda nocturno, prohibición del uso de redes sociales, y la orden de no mantener contacto con diplomáticos ni acercarse a embajadas.

La decisión del STF ocurre en un contexto de creciente polarización política y social en Brasil. Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente y actual diputado federal, confirmó las sanciones judiciales, mientras que el equipo legal de su padre calificó las medidas como “sorprendentes e indignantes”, asegurando que Jair Bolsonaro siempre ha respetado las decisiones del Poder Judicial.

Hasta el momento, el STF no ha emitido declaraciones oficiales en respuesta a las críticas.

El caso ha trascendido el plano nacional y encendido alarmas en la arena internacional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia directa al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, amenazando con imponer aranceles del 50% a productos brasileños si no se retiran los cargos contra Bolsonaro.

Trump acusó a Brasil de “prácticas comerciales desleales” y denunció una supuesta “persecución política” contra su aliado ideológico.

La amenaza estadounidense llega a pesar de que Brasil mantiene un déficit comercial con EE.UU., a diferencia de otras naciones recientemente presionadas por Washington, como China o Alemania.

En respuesta, Lula adoptó un tono más nacionalista durante una visita al estado de Bahía.

“No queremos luchar, pero no huimos. Brasil solo tiene un dueño: el pueblo brasileño”, declaró. También denunció intentos de intervención extranjera y reafirmó su compromiso con la soberanía nacional.

Las acciones judiciales contra Bolsonaro reavivan el recuerdo del asalto al centro del poder en Brasilia, ocurrido en enero de 2023. Apenas días después de la toma de posesión de Lula, miles de simpatizantes de Bolsonaro —inspirados por denuncias infundadas de fraude electoral— irrumpieron violentamente en edificios del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio presidencial.

Aunque el exmandatario ha negado tener participación directa, el proceso judicial busca determinar si incitó o facilitó el intento de subversión del orden democrático.

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