El proyecto, plagado de denuncias de corrupción y atentados contra el medio ambiente, busca beneficiar a la clase trabajadora de Quintana Roo

Cancún (Marcrix Noticias).— Plagado de sobrecostos, presuntos actos de corrupción y una incertidumbre sobre su viabilidad para la población de Quintana Roo, el Gobierno de la 4T se apresta a inaugurar este jueves el tramo Cancún-Playa del Carmen, considerado la joya de la corona del Tren Maya por ser el único que puede generar utilidades.  

El tramo, de unos 45 kilómetros, fue concebido en 2019 para construirse sobre la carretera federal 307, pero el trazo fue modificado en diversas ocasiones debido a las quejas del sector hotelero por las posibles expropiaciones de terrenos.

Además, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que este tramo beneficiará a los trabajadores del sector turístico, que diariamente se traslada entre Cancún y Playa del Carmen para laborar en los hoteles situados en esta área de Quintana Roo.

El Tren Maya, que atraviesa por cinco estados del sur-sureste del país (Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo), le ha costado a la población mexicana más de 500 mil millones de pesos al cierre de 2022.

La cifra representa un sobrecosto para el erario público, pues el proyecto preveía un gasto inferior a 150 mil millones de pesos. También significa casi 10 veces más que el paquete fiscal aprobado por el Congreso de Quintana Roo para este año, de 47 mil millones.

Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, admitió el año pasado que el Tren Maya terminará costando alrededor de 500 mil millones de pesos.

“Es un proyecto de largo plazo, cualquier gobierno que siga va a tener el impacto de tener que administrarlo”, afirmó el funcionario federal.

Denuncias de corrupción

Además de la polémica por la falta de manifestaciones de impacto ambiental, el Tren Maya ha estado envuelto en denuncias de supuesta corrupción gubernamental.

Medios de comunicación aseguraron el año pasado que Gonzalo López Beltrán, un hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, organizó una red de negocios y tráfico de influencias con el que habría logrado hacer miles de millones de pesos mediante el transporte de balasto, el material imprescindible para tender las vías férreas.

Según los reportes, el tercer hijo del mandatario fungió como intermediario y habría repartido contratos junto con Amilcar Olán, un empresario tabasqueño.

En audios difundidos por LatinUs, se escucha a Amílcar admitiendo ser el principal proveedor de balasto, la piedra triturada que va debajo de las vías del tren y que sirve de soporte.

En sus conversaciones, Amílcar Olán confiesa que en sólo seis meses logró utilidades por 250 millones de pesos, de acuerdo con LatinUs.

Impacto ambiental

Activistas en pro del medio ambiente (a quienes el Presidente ha llamado pseudoambientalistas) han denunciado que el Tren Maya carece de las manifestaciones de impacto ambiental, los cuales establecen los daños y las reparaciones que debe hacerse en toda obra con consecuencias en la naturaleza.

Según los ambientalistas, se han eliminado más de 10 millones de árboles y se ha perforado con pilotes el suelo cárstico de Quintana Roo para levantar el viaducto por donde pasarán los ferrocarriles.

“Nos manifestamos e hicimos un SOS muy grande para decirle al presidente y al gobierno ‘esperen, no puede ser, no podemos destruir lo poco de selva que nos queda’, pero no fuimos escuchados”, dijo el biólogo Roberto Rojo.

Guillermo D’Christy, otro activista que ha denunciado la falta de manifestaciones de impacto ambiental, alertó que la construcción del Tren Maya ha destruido el acceso natural a la caverna Dama Blanca, uno de los cenotes más importantes de la Península.

Beneficios a los trabajadores

Para justificar la construcción del Tren Maya, el Gobierno mexicano argumentó que este transporte ferroviario beneficiará a la población trabajadora del sector turístico de Quintana Roo.

Entre los objetivos, de acuerdo con la 4T, el Tren Maya busca “transportar trabajadores” en Quintana Roo y a quienes se les daría una tarifa preferencial.

Sin embargo, hasta ahora las tarifas que se han manejado solo refieren al pasaje turístico.

Otros beneficios que dejaría el proyecto ferroviario son el aumentar el tiempo de estancia del turismo nacional e internacional, facilitar la interconectividad con aeropuertos nacionales y comunicar las microrregiones del estado con las seis ciudades que tendrán una estación del tren.

Además, el Tren Maya busca propiciar el reordenamiento urbano de la zona de Tulum, abrir nuevas regiones de desarrollo en la zona de Bacalar y próximas a Carrillo Puerto, y evitar la sobrecarga vehicular en el tramo Cancún-Tulum de la carretera.

Los tramos 5 norte, 6 y 7 del Tren Maya son construidos por la Secretaría de la Defensa Nacional.

El tramo 5 norte implica doble vía férrea entre el Aeropuerto de Cancún y la estación Playa del Carmen, incluida una estación intermedia llamada Puerto Morelos.

Hasta este miércoles 28 de febrero, el gobierno del presidente López Obrador sólo ha inaugurado los tramos correspondientes a Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán.

Aún están pendientes los tramos 5 norte (que será inaugurado este jueves), 5 sur, 6 y 7, que abarcan el sur de Quintana Roo y Campeche.

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