La presidenta Claudia Sheinbaum desestimó el llamado del expresidente Ernesto Zedillo para realizar auditorías internacionales a grandes proyectos de infraestructura como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

Ciudad de México, (Marcrix Noticias). — Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió este miércoles al reto lanzado por el expresidente Ernesto Zedillo, quien propuso una auditoría internacional a las grandes obras de infraestructura de la administración de la Cuarta Transformación, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

La mandataria desestimó la propuesta, afirmando que no es necesario recurrir a auditorías externas y defendió el trabajo de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). “No se necesita. Pero además, ¿cómo lo puedes comparar?”, cuestionó Sheinbaum, al tiempo que criticó las políticas de privatización implementadas por los gobiernos neoliberales. “A ellos no les gusta que haya regresado la obra pública en México. A eso se dedicaron: concesionaron todo”, añadió.

En el contexto de la Mañanera del Pueblo, Sheinbaum resaltó el impacto positivo del Tren Maya en el desarrollo del sureste del país, señalando que los proyectos de infraestructura actuales están contribuyendo al bienestar regional. “El Tren Maya va lleno y pone en alto a la gran nación maya y al origen de México”, expresó.

Por su parte, Ernesto Zedillo, en una carta pública, sugirió que auditorías externas e independientes evaluaran los costos y beneficios de las grandes obras del gobierno actual, mencionando específicamente el impacto ambiental del Tren Maya, que afectaría cenotes y ríos subterráneos.

Sheinbaum rechazó además la comparación con el Fobaproa, el rescate bancario que Zedillo implementó durante su presidencia, y anunció que este viernes presentará un informe de la ASF de 1998 que aborda este caso. “La Auditoría señala que el rescate del Fobaproa no tuvo reglas claras y fue manejado de manera discrecional. Eso sí fue deuda pública para beneficiar a unos cuantos”, afirmó.

Finalmente, la presidenta enfatizó que la ASF ya audita las grandes obras del gobierno y que dicho organismo es independiente, nombrado por el Congreso y no por el Ejecutivo. “Antes de abrir otra comisión, vale la pena revisar qué fue lo que presentó la Auditoría en 1998”, concluyó.