La jefa de inteligencia de Trump, afirma que existen “pruebas irrefutables” de una conspiración encabezada por el expresidente para desacreditarlo.
Washington D.C. (Marcrix Noticias).– En medio de la creciente presión por la publicación de archivos relacionados con el caso Jeffrey Epstein, la Casa Blanca volvió a señalar al expresidente Barack Obama, acusándolo esta vez de conspirar durante años contra la administración de Donald Trump.
Tulsi Gabbard, actual jefa de inteligencia en el gobierno de Trump, afirmó en conferencia de prensa que Obama lideró un “golpe de Estado” encubierto para socavar la legitimidad del republicano.
“Fue una conspiración traicionera contra el pueblo estadounidense y nuestra República”, declaró, mientras presentaba supuestas pruebas desclasificadas que, según ella, demostrarían una manipulación en los reportes de inteligencia sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Estas declaraciones llegan justo cuando el nombre de Trump vuelve a aparecer vinculado al caso Epstein, luego de que The Wall Street Journal revelara una carta presuntamente enviada por él al magnate en 2003, en tono festivo y personal.
“There is irrefutable evidence that detail how President Barack Obama and his national security team directed the creation of an intelligence community assessment that they knew was false.” – @DNIGabbard pic.twitter.com/njPfXrKkQv
— The White House (@WhiteHouse) July 23, 2025
Aunque Trump niega haberla escrito y ha demandado al diario, la fiscal general Pam Bondi habría informado que su nombre figura en varias ocasiones dentro de los archivos del caso.
Los demócratas consideran que las acusaciones contra Obama, no son más que una cortina de humo. “Cuando no tienen nada que ofrecer al pueblo, vuelven a culpar a Obama. Es ridículo”, señaló Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
El Departamento de Justicia anunció la creación de una unidad especial para revisar la información presentada por Gabbard. No obstante, informes anteriores de cuatro investigaciones independientes entre 2019 y 2023, concluyeron que sí hubo injerencia rusa en la elección y que favoreció a Trump, desmintiendo así la narrativa actual.
En paralelo, congresistas demócratas han presionado para que se publiquen los documentos judiciales del caso Epstein, mientras que líderes republicanos evitaron cualquier votación incómoda enviando al Congreso a un receso de seis semanas.
El caso Epstein y la supuesta “lista secreta” de clientes sigue generando tensiones políticas y reavivando viejos conflictos entre figuras clave de la política estadounidense.